NoticiaStma. Virgen Coín: «El virus no puede con el amor que le tenemos a la Fuensanta» Publicado: 22/05/2020: 35711 MES DE MAYO, MES DE MARÍA Antonio Torres, hermano mayor de la Hermandad de la Fuensanta de Coín y José Amalio González Ruiz, párroco de San Juan Bautista, en dicha localidad, nos atienden desde el templo parroquial, donde se encuentra la imagen de la Patrona, mientras preparan todo para la celebración de la Eucaristía. «Donde hay un coíno, hay una imagen de la Virgen de la Fuensanta» ¿Cómo está viviendo el pueblo de Coín este mes de mayo sin la imagen de la Virgen en su Ermita? Antonio: En mayo, como es costumbre, Coín se vuelca con su Patrona, la Virgen de la Fuensanta y lo estamos sintiendo muchísimo este año, por causa de esta pandemia. Muchos feligreses me transmiten su deseo de que la Virgen estuviera en su casa, en la Ermita, pero ahora mismo su casa es la iglesia de San Juan. J. Amalio: Es una tradición muy especial la de peregrinar con la imagen de la Virgen a la Ermita, que es el lugar donde se apareció y donde todo el mundo peregrina en mayo. Es un verdadero río de gente el que cada año sube a la Ermita, a diversas horas del día. Este año no se ha podido hacer pero vamos poquito a poco. La gente le tiene muchísimo cariño a la Virgen y eso no lo puede cambiar ni el virus, ¿verdad, Antonio? Antonio: Así es. El virus nos está haciendo reflexionar y cambiar hasta nuestra forma de saludar, pero no puede con el amor que le tenemos a la Señora. ¿Cómo se está haciendo presente la parroquia en los hogares, durante el confinamiento? J. Amalio: Todos hemos estado confinados, pero hemos trabajado muchísimo telemáticamente. Hemos retransmitido la Misa, en directo, todos los días a través de Facebook, y también en diferido desde la televisión local, con la alegría de tener la imagen de la Virgen en el altar. Antonio ha venido todos los días y así hemos podido acercarla a la gente durante el confinamiento. Hemos presentado las catequesis de infancia de los niños telemáticamente y la han podido trabajar online. Los grupos de preparación para la confirmación, también. Y, nada más que se han abierto de nuevo las puertas al culto público, la gente se ha incorporado, respetando las distancias y todas las medidas de seguridad, por supuesto, porque la gente de Coín son muy responsables; y con la alegría de poder salir y poder vernos, que ya hacía falta que nos viéramos la comunidad cristiana, ¿verdad, Antonio? Antonio: La verdad es que sí, que había muchas ganas. Después de más de 60 días confinados, el saludo es “¿cómo estás?, ¿y tu familia?”. ¿De dónde viene la devoción tan grande del pueblo de Coín a la Virgen de la Fuensanta, su Patrona? J. Amalio: ¡Mira que es chiquitita! Antonio, ¿cuánto mide? Antonio: Pues uno 11 centímetros, con corona y todo. La imagen en sí mide poco más de 7 centímetros. J. Amalio: Le llamamos, cariñosamente, “la Chiquitilla” y tiene una devoción enorme. Antonio: como el buen perfume, que se presenta en frasco pequeño, aunque la comparación siempre queda muy lejana. Esta imagen tan pequeña tiene una carita tan bonita que desprende amor, es la fuente donde todos vamos a beber. J. Amalio: Y está presente en la mayoría de los hogares de Coín. Donde hay un coíno, hay una imagen de la Virgen de la Fuensanta, tiene una grandísima devoción en Coín. ¿Qué iniciativas marianas estáis levando a cabo en este mes de mayo? J. Amalio: Tuvimos que cancelar la romería, pero hemos bajado la imagen todos los días al altar, para que la gente la pudiera ver de cerca. Antonio: Desde la Hermandad, hemos celebrado dos novenas en este mes y las hemos retransmitido a través del Facebook. J. Amalio: La Hermandad también se ha unido al proyecto benéfico, en el que han participado otras hermandades de la parroquia, con el que se ha enviado un cargamento de aceite a los más necesitados; porque la fe tiene que ser siempre compromiso. ¿Cómo os habéis preparado para el regreso al culto público? J. Amalio: El templo lo hemos ido preparado como nos han indicado, con geles hidroalcohólicos en todas las puertas de entrada; desinfectando todos los rincones, lo que volveremos a hacer cada viernes por la noche, para que la iglesia esté a punto para el fin de semana; y siguiendo todas las indicaciones que nos van dando para las distintas fases, poquito a poco, con sus limitaciones, pero sin olvidar que lo importante es estar tranquilos, ser responsables y prudentes y hacer las cosas bien. ¡Y a seguir celebrando la fe!