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La Virgen del Carmen surcó las calles de Torre del Mar

Imagen de la Virgen del Carmen de Torre del Mar
Publicado: 30/07/2015: 4446

Iván Valladares Garzolio, cronista de la Hermandad Virgen del Carmen de Torre del Mar, escribe esta crónica sobre los actos que tuvieron lugar el pasado 26 de julio, festividad de santa Ana y san Joaquín, en dicha localidad.

Un año más, volvieron a cumplirse las tradiciones: el pasado domingo 26 de julio, la Santísima Virgen del Carmen de Torre del Mar surcó las calles de su pueblo en triunfal procesión de alabanza y, un año más, volvió a quedar de manifiesto la simbiosis natural existente entre nuestro pueblo y su Patrona.


A las 18.00 horas, media hora antes de lo habitual, dio comienzo la celebración de la Eucaristía previa a la salida procesional. Estuvo oficiada por nuestro director espiritual y párroco de San Andrés Apóstol, Rvdo. P. D. Miguel Ángel Alonso Oliva, que en su homilía nos animaba a seguir multiplicando los panes entre todos los hermanos, en clara alusión a la obra social de la Hermandad y al Evangelio del Domingo XVII del Tiempo Ordinario.

En la Solemne Función, además, participó el coro de nuestra Hermandad. Tras la acción de gracias y el canto de la "Salve", los mayordomos fueron organizando el cortejo en el interior del templo. 
Lo abría la Cruz Parroquial, escoltada por dos faroles, la Banda de Cornetas y Tambores "Ntra. Sra. de la Caridad" y una amplia sección de niños portando farolillos. A ellos les seguía el Estandarte con el retrato de la Virgen y el Guion corporativo, acompañados ambos por multitud de devotos ataviados con la indumentaria típica de marengos. Hermanas portando remos (restaurados por el propio grupo de Albacería de la Hermandad) y una amplia representación de las autoridades civiles y militares: Policía Local y Nacional, Guardia Civil, Capitanía Marítima y Liga Naval de Málaga, además de representación de Hermandades y Cofradías hermanas, de Pasión y Gloria, de Torre del Mar y Vélez-Málaga.

Las Camareras de la Santísima Virgen y los componentes de la Junta de Gobierno acompañaban a la Bandera Concepcionista y al Libro de Reglas, seguidos del párroco, el Hermano Mayor y el Sr. Alcalde. Los monaguillos, delante del trono, se encargaron de elevar densas columnas de incienso purificador al paso de la Señora.
Todavía en el interior de la iglesia, a hombro de sus portadores, la Santísima Virgen del Carmen maniobró para detenerse ante la puerta parroquial; sonaba "Carmen Coronada" por la Banda de Música "Las Golondrinas".


Pasaban apenas diez minutos de las 19.00 horas, cuando, entre el repique de las campanas, los vítores del numeroso público que allí se congregaba y los acordes de la "Marcha Real" enlazada con la "Salve Marinera", la Santísima Virgen del Carmen salió de su templo. Lucía más malagueña que nunca, con una olorosa biznaga en su mano derecha, su halo de procesión y su juego de escapularios marrones bordados en oro. El Niño Jesús, en brazos de su madre, jugueteaba con su barquita de plata al tiempo que bendecía al pueblo con su diestra. Rosas y orquídeas blancas, nardos y dendrobium en las esquinas componían el exorno floral: un auténtico jardín para la más bella Flor.


Por el itinerario habitual, bajo un sol de justicia y en loor de multitudes, inició la Santísima Virgen su recorrido procesional. De nuevo sonó "Carmen Coronada" para la curva de entrada en la Calle del Mar, la calle señorial de nuestro pueblo que lucía sus mejores galas para el día grande de Torre del Mar. Hasta cuatro veces sonó la "Salve Marinera" en esta vía, incluidas Las Cuatro Esquinas y la casa de la familia Leiva en recuerdo de nuestro hermano que tantos años la puso desde sus balcones. Con "Reina de Triana" bajó nuestra Virgen, por primera vez, la Calle del Mar peatonal hasta llegar al Bar Fernando. Punto emblemático para esta Hermandad pues, desde uno de sus balcones, Mari Carmen Guerra volvió a ofrecer una plegaria a su Madre del Carmen. Amalgama de cante y recital, poesía en estado puro salida del corazón. En el Buenavista, un profuso altar esperaba a la Señora. Tras el canto de la "Salve" y una maniobra perfecta por parte de portadores y Jefes de Trono, la Santísima Virgen giró hacia Acera de la Marina con "Amanecer con Triana". La doble curva de Calle San Andrés magistral: mecida lenta y acompasada, medida justa en el tiempo y el espacio al son de la música. Aquí sonó "Concha", gran pieza de Víctor Ferrer interpretada por una gran banda. Recuerdo al desaparecido Pepe León en la puerta de su casa y, a partir de aquí, las emociones se desbordaron. 


Las Barracas de Poniente, el viejo barrio de pescadores, esperaban a su Patrona como solo sus vecinos saben hacerlo: colgaduras con el retrato de la Virgen, banderas, colchas, sábanas y mantones cubrían ventanas y balcones mientras que de las paredes, expresamente encaladas, colgaban redes, trallas y demás utensilios de pesca. Las ventanas se convirtieron en capillas improvisadas a la luz de las velas y, en las estrechas aceras, la multitud se agolpaba expectante. En ningún momento, por ninguna estas calles, dejaron de llover los pétalos y sonar los vivas. Señoras emocionadas se santiguaban al paso de la Virgen, que visitó los diferentes altares que en su honor se habían instalado. Fervor y devoción carmelita a raudales, derroche de amor a borbotones. Espectacular la curva de Calle Jábega y el paso por Calle Nueva, ya con el cielo oscurecido, al son de "Madrugá Macarena". Magistrales ambas bandas que ni un segundo pararon de rezar a la Virgen con sus acordes. 


Entre una auténtica marea humana, el trono enfiló el Paseo Marítimo. En el embarcadero volvió a sonar la "Salve" y, pocos minutos antes de las 23:00h y ya montada en su jábega, la Virgen del Carmen zarpó para bendecir las aguas de su bahía. De vuelta, con los pies en tierra firme, la esperaba un espectacular castillo de fuegos artificiales y nuestro vecino Rafa Garcel, que también ofreció a la Virgen su ofrenda en forma de canto. Vuelta por el Paseo Marítimo y despedida de la mar, mirando hacia la playa y cantando la "Salve Marinera". El regreso por el Paseo de Larios inolvidable, bajo el palio natural de los árboles.

En la puerta de la iglesia todo el pueblo esperaba a la Señora para vivir el encierro: mirando a sus Hijos y con el repique de las campanas, entró en su templo. En su interior, y con la dulce mecida de sus portadores, se entonó por última vez la "Salve". Con lágrimas en los ojos por el fin inevitable de lo recién vivido, a la 01:15h de la madrugada fue el trono bajado. 
Apoteosis, verdadera manifestación de fe popular hacia la Virgen del Carmen por parte de un pueblo que la ama profundamente y que espera verla pronto, si Dios quiere, coronada, como lo que es, la Reina y Señora de Torre del Mar.

Desde la Hermandad no tenemos más que palabras de agradecimiento:
 Gracias a las autoridades que nos acompañaron y a las Hermandades y Cofradías que nos arroparon en tan especial día. 
Gracias a nuestro Consiliario por acompañarnos y guiarnos siempre.
Gracias a la Banda de La Caridad y a la Banda "Las Golondrinas" por su excelente trabajo.
 A los portadores, por ser los pies de la Virgen, y a los Jefes de Trono por llevar el timón. Gracias también a mayordomos y Jefe de Procesión. 
A tantísimas mandas que iluminaron su caminar. A todos los hermanos y devotos. A todos y cada uno de los que hicieron posible esta magnífica e inolvidable procesión. 
Por cada petición, por cada favor, por cada lágrima derramada...
 La Santísima Virgen del Carmen os guarde y bendiga siempre y nos permita poder revivir este sueño muchos años. 
¡Gracias! Siempre, ¡¡VIVA LA VIRGEN DEL CARMEN!!

Diócesis Málaga

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