“Cuando recéis no uséis muchas palabras”. (Mt.6,7) 

¿Qué nos está diciendo Jesús con estas palabras? Nos está pidiendo que a la hora de orar no seamos charlatanes. ¿Ante quién no necesitamos ser charlatanes? Ciertamente, cuando se acaba la conversación, nos sentimos envarados e incómodos, menos cuando nos hallamos ante los amigos y los que nos aman.
Recuerdo las charlas que tuve con mi madre cuando, tras unos años de ausencia, pude volver de Venezuela. Mientras ella guisaba, yo me sentaba en la cocina a escucharla y a hablar. Y recuerdo que, si la conversación se interrumpía, el mero hecho de estar allí, junto a ella, mirándola, era una gozada. Cuando se ama, el silencio es otro modo de comunicación.

Tan poco necesitamos ser unos charlatanes cuando salimos con los amigos. Alguien ha definido al amigo, como la persona en cuya compañía no hace falta hablar. Entonces, ¿qué nos está diciendo Jesús al pedirnos que al orar no seamos charlatanes? Jesús quiere que seamos sus amigos, que no temamos, que le amemos. Sólo entonces podremos gozar de su presencia.