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Dame un poquito de sed

Publicado: 21/01/2014: 9545

Hace años, después de celebrar la Eucaristía, falleció un entrañable sacerdote: Salvador Montes Marmolejo, a quien todos apodábamos El Rorro.

Me he acordado de El Rorro porque acabo de leer una de las frases más bellas del Catecismo de la Iglesia: “Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él” (C.I.C. 2560).

Salvador, muchos años antes de que se publicase este Catecismo, cantaba con su hermosa voz: “Dame un poquito de sed que me estoy muriendo de agua”. Si el Catecismo dice que “Dios desea que tengamos sed de Él”, El Rorro nos decía que Dios tiene tanta agua que desea que le demos nuestra sed, porque se está muriendo de agua, porque Él, puede darnos el agua viva, el agua que salta hasta la vida eterna. 

Desde luego, la sed es lo primero, es la que provoca la búsqueda, porque sin búsqueda no encontramos a Dios, más aún, ella ya es encuentro. Cuando se le busca, Dios nos dice: “No me buscaríais, si no me hubieseis encontrado ya”.

Autor: diocesismalaga.es

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