NoticiaSantos Salvador Gil: «Teniendo como referencia la entrega de Madre Petra fui descubriendo mi vocación a la vida sacerdotal» Publicado: 01/02/2022: 14021 Salvador Gil (Ronda, 1975) es sacerdote diocesano y así explica sus recuerdos y vivencias sobre Madre Petra, figura clave en su ministerio sacerdotal. Yo conocí la vida y la obra de Madre Petra desde niño porque estudié en el colegio La Inmaculada y San José de la Montaña de Ronda. Las Madres con frecuencia en las clases y en los grupos de catequesis nos hablaban de la figura de esta Beata Malagueña. Desde muy pronto me llamó la atención la sencillez, la fortaleza y el amor misericordioso hacia los niños, jóvenes y ancianos desamparados con que vivió Madre Petra. Su acogida y su ternura por quienes les necesitaban me hizo ir descubriendo una llamada personal a entregarme a los demás. Ella dio respuesta a lo que Dios le pidió durante su vida. En las convivencias, campamentos y otras actividades fui conociendo también el carisma que Dios le dio a esta mujer y que hoy viven las religiosas de la Congregación Madres de Desamparados y San José de la Montaña que ella fundó: “El amor misericordioso que sale al encuentro de las necesidades para remediarlas”. En varias ocasiones tuve la oportunidad de ir a convivencias vocacionales y a campos de trabajo para ayudar y cuidar a los ancianos que residen en el Valle de Abdalajís. En el habitación donde Madre Petra nació hay un pequeño oratorio con un sagrario y un cuadro suyo. En aquel lugar me preguntaba sobre lo que el Señor quería de mí. Y teniendo como referencia la entrega de Madre Petra fui descubriendo mi vocación a la vida sacerdotal con el deseo de servir y entregarme a los demás con sencillez, acogida y alegría. A su intercesión acudo muchas veces, especialmente cuando me encomiendan oraciones por algún enfermo y de ella deseo aprender todos los días como sacerdote para vivir siendo padre y pastor con entrañas de misericordia acompañando al rebaño que la Iglesia me ha encomendado. Ella decía a las religiosas: “Hijas, no olvidéis que sois madres”. Pido al Señor y a la Beata Petra que nunca olvide que el sacerdote es padre. Salvador Gil Canto, sacerdote diocesano de Málaga