¿Cómo surge la idea de su estudio? Porque, a simple vista, empresa y diálogo interreligioso no parecen ámbitos muy relacionados.
Surge del encuentro de dos inquietudes: por un lado, el interés por el mundo de la empresa a partir de mi incorporación como profesor en el Departamento de Humanidades de Esic Business & Marketing School, escuela de negocios gestionada por la Congregación Religiosa de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús; por otro lado, el interesante trabajo que se está desarrollando en favor del diálogo entre las religiones en la Facultad de Teología de Granada (sin duda un referente en este campo).

Hay quien puede ver poco apropiado hablar de religión en una esfera empresarial, ajena al contexto de las creencias.
Es importante subrayar que los fines de una empresa no son de tipo religioso, sino económico: producir bienes y/o servicios necesarios para la sociedad y distribuir justamente la renta generada. Pero la empresa es una realidad social, formada por personas. Estoy convencido de que la consideración de todas las dimensiones fundamentales de la persona (también la religiosa) puede enriquecer significativamente esta realidad social.

¿Puede entonces la empresa ser un espacio apropiado para el encuentro entre religiones? ¿Qué le ha demostrado su investigación?
Pienso que sí, ya que la empresa es un espacio apropiado para el encuentro entre personas. Esta investigación me ha llevado a descubrir la necesidad de desarrollar un concepto amplio tanto de empresa como de diálogo interreligioso. A este concepto amplio ha contribuido enormemente la Iglesia a través de sus documentos. La clave del diálogo interreligioso en contextos no formales (no religiosos) está en considerar la centralidad de otras formas de diálogo, como son el diálogo de la vida y de las obras.

En general ¿cómo se vive la convivencia entre religiones en el mundo de la empresa? ¿Hay ejemplos a destacar?
En España es un tema del que no se habla quizás por identificar lo religioso con la esfera íntima de la persona o por temor al conflicto. No obstante, en una sociedad como la actual, cada vez más marcada por el pluralismo, se impone una gestión de la diversidad cultural y religiosa en las empresas. En países como Francia, Bélgica o Canadá, por nombrar algunos ejemplos, se está incorporando en muchas empresas la figura del management para la diversidad religiosa. El problema es que la labor de esta función se restringe a la regulación de las cuestiones relacionadas con las comidas, la indumentaria o los descansos, con lo que se pierde la oportunidad de reconocer la riqueza de una visión más global del fenómeno. En Chile se ha desarrollado un sello de calidad que certifica que las empresas son respetuosas con la diversidad religiosa. La empresa nacional chilena del petróleo (ENAP), por ejemplo, dispone de este sello.

¿De qué le gustaría que sirviese su trabajo?
Para comprender que es razonable plantear el diálogo interreligioso en contextos no formales. También me gustaría que sirviese para animar a otros investigadores a aportar sus conocimientos en favor de esta posibilidad.

¿Qué dice la Iglesia católica al respecto?
No conozco ningún documento del Magisterio que aborde de forma explícita el diálogo interreligioso en la empresa. Sí encontramos alguna referencia, pero sin un desarrollo suficiente. No obstante, las bases que establece la Iglesia son muy interesantes, especialmente a partir de los documentos del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.