NoticiaParroquias Parroquias hasta la bandera Lleno en la iglesia de Los Boliches durante una de las siete eucaristías del fin de semana Publicado: 02/08/2019: 14594 Las parroquias de las zonas turísticas se desviven por atender la alta afluencia de fieles durante los meses de verano. El territorio que cubre la parroquia de Los Boliches, por ejemplo, con 32.000 habitantes censados durante el curso, cuadruplica su población en estos días. ¿Cómo se organiza la labor pastoral? Virgen del Carmen y Santa Fe de Los Boliches es una de las cuatro parroquias de Fuengirola. Sus liÌmites parroquiales acogen, no obstante, a casi la mitad de los habitantes censados en la localidad, concretamente a unos 32.000 «con lo cual –señala su paÌrroco, Manuel JimeÌnez– es una parroquia con mucha carga pastoral a lo largo de todo el curso. Pero ademaÌs sucede que, en verano, esta poblacioÌn se cuadriplica, porque es la zona donde hay maÌs playa y donde hay maÌs viviendas de gente que tiene aquiÌ su segunda residencia, sobre todo personas que vienen de CoÌrdoba, JaeÌn, Sevilla, Madrid...». Más bautizos, bodas y entierros En opinioÌn del paÌrroco de Los Boliches, «las parroquias de la Costa del Sol tenemos dos momentos de trabajo fuerte al año. Uno seriÌa el curso pastoral, de septiembre a junio, en el cual tenemos las catequesis de iniciacioÌn cristiana, los grupos de formacioÌn, todo lo que habitualmente hay en una parroquia; y cuando llega julio, se reduce el nuÌmero de reuniones pero aumenta el nuÌmero de sacramentos. Ahora hay maÌs bautizos, maÌs bodas... y tambieÌn maÌs funerales –porque el calor hace que las personas mayores sufran maÌs en este tiempo–. Pero sobretodo hay muchiÌsima gente que tiene aquiÌ su segunda residencia y que acude habitualmente a la Iglesia. Muchos de ellos piden confesioÌn, aumenta muchiÌsimo el tema de acompañamientos o simplemente de personas que quieren que los recibas y tener un rato de charla con ellos. TambieÌn aumenta el nuÌmero de celebraciones de la EucaristiÌa. Pasamos de tener el fin de semana cinco eucaristiÌas a siete. Normalmente, ademaÌs, las celebro yo todas, por lo que la gente que viene de un año a otro ya conoce al paÌrroco y eso genera que se acerquen con maÌs facilidad y que ya tengamos una relacioÌn de año tras año. A esto hay que sumarle las actividades que continuÌan igual todo el curso, como por ejemplo CaÌritas, que nunca cierra, perseverancia con los joÌvenes, los grupos de oracioÌn o ANFE, que tampoco deja de hacer la adoracioÌn al SantiÌsimo todos los jueves». Para JimeÌnez, hablar de vacaciones en esta eÌpoca es una quimera: «¿Descanso? No seÌ queÌ es eso –afirma–. Cuando uno viene a la costa asume la dinaÌmica y en vez de tener un mes de vacaciones, intenta tener momentos de descanso a lo largo de todo el año, cuando es posible. En mi caso en concreto voy a tener dos momentos que son tambieÌn compartidos con la parroquia. Por un lado, nos hemos ido una semana a hacer el Camino de Santiago, que para miÌ ha sido un momento de desconexioÌn de la dinaÌmica habitual de la parroquia; y el otro seraÌ a final de agosto en el que, con otro grupo de la parroquia, nos vamos a Israel». Este tiempo de trabajo extra, no obstante, es una “carga ligera” para el paÌrroco: «es muchiÌsimo trabajo pero bueno, para eso nos hemos metido a cura, para servir a la gente y olvidarnos un poco de nosotros mismos. El Señor ya nos recompensaraÌ. A miÌ ya me recompensa teniendo la comunidad parroquial que tengo, que es como mi familia, y ademaÌs teniendo al lado la playa, ¿doÌnde mejor voy a estar en verano? A las 13.30 horas, cuando salgo del despacho, me voy a pegarme un bañito todos los diÌas... Si puedo».