NoticiaColaboración La familia salesiana está de fiesta Publicado: 31/01/2013: 1968 Hoy, 31 de enero, los Salesianos y la Familia Salesiana celebran la Fiesta de su Fundador San Juan Bosco. Todavía están vivos en nuestro recuerdo los días de septiembre en que las reliquias del santo de los jóvenes visitaron nuestra ciudad. El 31 de enero los Salesianos y la Familia Salesiana celebran la Fiesta de su Fundador San Juan Bosco. Todavía están vivos en nuestro recuerdo los días de septiembre en que las reliquias del santo de los jóvenes visitaron nuestra ciudad. Este acontecimiento está enmarcado en el programa de preparación de la celebración del segundo centenario de su nacimiento en 2015. Los pasos que van siguiendo durante los tres años que preceden a esa fecha son: Estudio de la historia, actualización de su pedagogía y profundización de su espiritualidad. Durante este curso los Salesianos están estudiando y actualizando el sistema pedagógico de D. Bosco. En el mes de noviembre tendrá lugar un Congreso internacional sobre el Sistema Educativo de D. Bosco, llamado “Sistema Preventivo”. De San Juan Bosco, fundador de una gran familia espiritual, puede decirse que el rasgo peculiar de su creatividad se vincula a la praxis educadora que llamó "sistema preventivo". Este representa, en cierto modo, la síntesis de la sabiduría pedagógica y constituye el mensaje profético que legó a los suyos y a toda la Iglesia, y que ha merecido la atención y el reconocimiento de numerosos educadores y estudiosos de pedagogía. La palabra "preventivo" que emplea, hay que tomarla, más que en su acepción lingüística estricta, en la riqueza de las características peculiares del arte de educar del Santo. Ante todo, es preciso recordar la voluntad de prevenir la aparición de experiencias negativas, que podrían comprometer las energías del joven u obligarle a largos y penosos esfuerzos de recuperación. No obstante, en dicha palabra se significan también, vividas con intensidad peculiar, intuiciones profundas, opciones precisas y criterios metodológicos concretos; por ejemplo: el arte de educar en positivo, proponiendo el bien en vivencias adecuadas y envolventes, capaces de atraer por su nobleza y hermosura, el arte de hacer que los jóvenes crezcan desde dentro, apoyándose en su libertad interior, venciendo condicionamientos y formalismos exteriores; el arte de ganar el corazón de los jóvenes, de modo que caminen con alegría y satisfacción hacia el bien, corrigiendo desviaciones y preparándose para el mañana por medio de una sólida formación de su carácter. Como es obvio, tal mensaje pedagógico supone que el educador esté convencido de que en todo joven, por marginado o perdido que se encuentre, hay energías de bien que si se cultivan de modo pertinente, pueden llevarle a optar por la fe y la honradez. Conviene tener en cuenta que tales criterios pedagógicos no se refieren sólo al pasado: la figura de este Santo, amigo de los jóvenes, sigue atrayendo con su hechizo a la juventud de las culturas más diferentes en todas las partes de la tierra. Es cierto que su mensaje requiere aún ser profundizado, adaptado, renovado con inteligencia y valentía, precisamente porque han cambiado los contextos socio-culturales, eclesiales y pastorales; convendrá tener en cuenta las aperturas y los logros obtenidos en muchos campos, los signos de los tiempos y las indicaciones del Concilio Vaticano II. No obstante, la sustancia de su enseñanza permanece, y la peculiaridad de su espíritu, sus intuiciones, su estilo y su carisma no pierden valor, pues se inspiran en la pedagogía transcendente de Dios. San Juan Bosco es también actual por otro motivo: enseña a integrar los valores permanentes de la tradición con las soluciones nuevas, para afrontar con creatividad las demandas y los problemas emergentes: en estos nuestros difíciles tiempos continúa siendo maestro, poniendo una educación nueva, contemporáneamente creativa y fiel. "Don Bosco retorna", dice un canto tradicional de la Familia Salesiana. Manifiesta el deseo y la esperanza de "una vuelta de Don Bosco" y de "una vuelta a Don Bosco", para ser educadores capaces de una fidelidad antigua, pero atentos, como él, a las mil necesidades de los jóvenes de hoy, a fin de hallar en su herencia las premisas para responder también a sus dificultades y a sus expectativas. Autor: Felipe Acosta. Salesiano. Director Titular