Noticia LAICOS MISIONEROS DE LA CONSOLATA. «Nuestro primer hijo nació en la misión de Tanzania» Mónica Loring Caffarena, miembro de los Laicos Misioneros de la Consolata // S. FENOSA Publicado: 22/08/2019: 32403 Mónica Loring Caffarena, miembro de los Laicos Misioneros de la Consolata comparte su testimonio de fe y de la asociación a la que pertenece. Aquí puedes escuchar el testimonio de Mónica Loring Hola, soy Mónica Loring Caffarena, miembro de los Laicos Misioneros de la Consolata desde hace más de 30 años. Éramos solo unos adolescentes cuando participábamos en los campos de trabajo y dedicábamos el verano a recoger medicinas y ropa para los más necesitados. Durante el curso, realizábamos un camino formativo de aproximación a la Iglesia, a la fe cristiana y a la misión, para conocer los pueblos más empobrecidos de esta tierra. Este carisma misionero nos llevó a mi marido y a mí a marcharnos a la misión en el año 95. Vivimos cinco años en el sur de Tanzania y trabajamos en un hospital: yo como médica internista y mi marido como administrador. Allí nació nuestro primer hijo. Volvimos a Málaga unos años y, en 2007 nos marchamos de nuevo, en esta ocasión a Nairobi (Kenya), con nuestros tres hijos. Allí trabajamos en un dispensario de una de las zonas más desfavorecidas de la ciudad. Este carisma misionero nos ha ayudado. La experiencia de misión te cambia la vida drásticamente. Aprendes a percibir la vida desde otro prisma. Cuando vives con personas realmente empobrecidas pero tan ricas en fe, cambias la manera de ver muchas cosas de este primer mundo en el que vivimos. En Málaga somos una treintena de miembros los que compartimos la fe y crecemos en comunidad, siempre desde el carisma misionero. Varios estamos insertos en la plataforma de inmigrantes, trabajando con ellos en una parroquia, llevando a cabo distintos proyectos en la Amazonía y el Congo... siempre dispuestos a trabajar por la misión y para la misión. Laicos Misioneros de la Consolata Los Laicos Misioneros de la Consolata, en su deseo de responder a la llamada de Cristo, en el ámbito de su propia vocacioÌn laical, hacen de la misión Ad Gentes una opción de vida, según el EspiÌritu y el carisma que el beato José Allamano, su fundador, recibió de Dios. Comparten el fin misionero del Instituto Misionero de la Consolata. «Nos perfilamos como personas enamoradas del Reino, que vemos y gustamos de la acción de Dios en los pueblos y culturas, con un profundo respeto por el otro; optamos con decisión privilegiando los grupos humanos y lugares más difiÌciles donde estaÌn más necesitados del amor de Dios; además somos conscientes de nuestros derechos y obligaciones como parte activa e integral de la Iglesia y de la sociedad», explican desde la institución. En la diócesis de Málaga llevan más de 40 años trabajando. Los pueden encontrar en la parroquia de Cristo Rey, en Ciudad Jardín. Y pueden contactar con ellos a través del teléfono de su ONG Uyamaa, palabra suahili que significa familia, 952 25 34 63 y de su web uyamaa.org