El actual párroco de Virgen del Carmen, en Benalmádena, Carlos Acosta, afirma que «Antonio era un sacerdote de honda espiritualidad, al que el pueblo de Benalmádena está muy agradecido porque, entre otras cosas, le ha dejado como legado la construcción de tres templos».

Por su parte, Juan Báez, párroco de Cristo Resucitado en Torremolinos afirma que «lo conocí desde pequeño, pues era mi párroco en Benalmádena. Formó un grupo de monaguillos a quienes formaba y cuidaba. Me ha acompañado en mi discernimiento vocacional y me ha apoyado con su oración, con sus consejos y hasta con su ayuda económica cuando ha sido necesario, para que fuese fiel a la llamada de Dios. Su testimonio ha sido un estímulo para mí y otros sacerdotes de esta diócesis, como Rafael Carrión, quien también falleció. Ha sido promotor de vocaciones».

Por su parte, Francisco García, subdirector de Costa del Sol Televisión, en Benalmádena, recuerda con cariño las entrevistas que ha podido hacer al querido párroco de Benalmádena y los comentarios que ofreció durante años cada noche en la televisión. «Cuando cumplió 75 años hicimos un reportaje extenso sobre su vida. Su elección como hijo adoptivo de Benalmádena fue otro momento emocionante para nuestro pueblo».

BIOGRAFÍA

Nacido el 13 de enero de 1935, Antonio Martín recibió la ordenación sacerdotal en diciembre de 1960. Su primer destino pastoral fue como ecónomo en Cartajima y encargado de Parauta. Luego vendrían la parroquia de Peñarrubia y su trabajo como profesor en la Academia San José (Campillos). La mayoría de sus destinos han estado en localidades de la Costa del Sol occidental.

En 1966 fue nombrado vicario parroquial de Fuengirola, Mijas y Los Boliches. Poco después, ecónomo de Arroyo de la Miel y director espiritual y profesor del colegio Maravillas. También fue párroco en Los Remedios de Estepona por un corto tiempo. En Benalmádena-Costa, ha permanecido como párroco desde 1986 hasta 2012.

Su especialización en Derecho Canónico ha motivado que gran parte de su servicio pastoral haya sido en el tribunal eclesiástico. Su primer nombramiento a este respecto, fue como promotor de Justicia y Defensor del Vínculo, de 1984 a 1992. Pasó entonces a Vicario Episcopal Judicial, cargo que desempeñó hasta el año 2005. Desde ese año y hasta 2010 continuó siendo Juez Diocesano del Tribunal Eclesiástico. Destacan también, entre otras, las presidencias del tribunal del proceso de beatificación de la Orden Hospitalaria, de la comisión "Pro beatificación" de D. Ángel Herrera y del tribunal diocesano de beatificación del P. Arnáiz.