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Otra Semana Santa

Publicado: 07/04/2012: 997

Volveremos a ser Pedro asustado o María herida, Juan fiel o Judas obcecado, Pilatos lavándose las manos o Caifás rasgándose las vestiduras; seremos Cireneo cargando con nuestra porción de cruz o Verónica consolando al Justo humillado.

Al acercarse estas fechas nos disponemos a celebrar no lo de siempre, porque cada vez somos distintos. Y por eso, esa misma verdad del evangelio, esa lógica del Reino que se nos presenta, el Dios que en Jesús sigue dando su vida por enfrentarse al pecado que mata, y que al final se alza vencedor, es noticia nueva. Y toca nuestras vidas, y nos enseña a leer el mundo y sus historias. Seguiremos recibiendo un pan de vida que se da por nosotros, y en el lavatorio se nos lavarán los pies a todos mientras se nos invita a hacer lo mismo.

Tal vez al contemplar los pasos procesionales que otros hombres esculpieron, descubriremos en ellos detalles de una historia nueva. Adoraremos una cruz donde las víctimas son desclavadas, y en el fuego de una hoguera arderán las miserias, una vez más vencidas. Nos lavaremos de nuevo en un agua viva. Escucharemos la historia de la salvación, que enlaza con nuestras historias, y sentiremos que la última palabra de esa historia es una palabra de Vida. Volveremos a ser Pedro asustado o María herida, Juan fiel o Judas obcecado, Pilatos lavándose las manos o Caifás rasgándose las vestiduras; seremos Cireneo cargando con nuestra porción de cruz o Verónica consolando al Justo humillado. Y, tal vez, como el centurión ante la cruz, abriremos los ojos al reconocer que este inocente entregado es el Hijo de Dios. Seremos, en fin, Magdalena, sorprendida y alegre, o caminantes inciertos hacia un Emaús de encuentro y reconocimiento.

Y en ese proceso de nuevo nos sentiremos abrazados por un Dios que nos llama y nos levanta con él, un Dios que vacía los sepulcros y reconcilia a la humanidad consigo. Y todo estará bien.

@Paco_Aranda_ES

Autor: Francisco Aranda

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