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Con nuestros impuestos podemos ayudar a la Iglesia

Publicado: 16/03/2011: 1008

Pronto comenzarán a llegar a miles de hogares de nuestra diócesis los borradores para la declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Fuera de los procesos electorales, éste es uno de los pocos mecanismos que tenemos los ciudadanos de a pie para manifestar, de forma vinculante, nuestra opinión a los gobernantes.

Lamentablemente, muchas personas aún desconocen que, en su declaración de la renta, pueden indicar al Ministerio de Hacienda qué destino dar a una parte de sus impuestos. Concretamente, pueden decidir dar hasta el 1,4 por ciento de sus impuestos a la Iglesia y a otros fines de carácter social, marcando las casillas correspondientes. 

El sistema es sencillo y conviene recordarlo, porque cada año cientos de miles de ciudadanos no marcan ninguna de las casillas posibles en su declaración, quizá por desconocimiento. De esta manera, desaprovechan esta oportunidad para expresar su opinión y dejan que sean los políticos los que decidan qué hacer con el dinero que ya les han cobrado.

La Iglesia y sus fines sociales

El amor al prójimo, que los cristianos venimos practicando desde hace dos milenios, ha sido valorado y respetado por generaciones de la más diversa índole. La cosa empezó con el "miradlos cómo se aman" y, hoy en día, la Iglesia está reconocida, tanto a nivel nacional como mundial, como la primera organización de lucha contra la pobreza, la enfermedad y el dolor.

Multitud de creyentes de otras religiones, e incluso montones de agnósticos y ateos alejados de prejuicios y fobias trasnochadas, reconocen lo admirable de la labor de la Iglesia en favor de tantos que necesitan tanto. 

Y muchos de ellos confirman este reconocimiento pidiendo al Gobierno, a través de su declaración de la renta, que el 0,7 por ciento de sus impuestos se le entregue a la Iglesia Católica.  ¡Bienvenidos sean esos euros que servirán para sostener su labor evangelizadora y social!

Muchos cristianos, sin embargo, tienen claro que deben comprobar en su borrador que está marcada la casilla de la Iglesia Católica, pero no se preocupan por la casilla de al lado, la de "otros fines sociales". A todos ellos hay que decirles que marcando también "la otra", están ayudando el doble. Mediante la casilla de otros fines sociales ayudan a la Iglesia a través de las subvenciones que Cáritas, junto a decenas de organizaciones católicas y multitud de congregaciones religiosas, recibirá por esta vía; y ayudan también al prójimo a través de otras ONGs no confesionales que trabajan en favor de valores humanos universales, como la educación y la sanidad, y contra la pobreza, la marginación, o la violencia, por ejemplo.

Es cierto que, de aquí, beben también algunas organizaciones con cuyos fines o forma de trabajar podemos no sentirnos identificados. Si a alguien le produce escrúpulos este punto, piense que siempre será mejor que dejar que ese dinero pase a engrosar los Presupuestos Generales del Estado, desde el que se financian directamente aspectos tan poco acordes con la moral cristiana como el aborto, la selección eugenésica de embriones... 

MARCANDO LAS DOS "X" EN SU DECLARACIÓN...

  • - Si le sale a pagar, no pagará de más
  • - Si le sale a devolver, no le devolverán de menos
  • - El 0,7 % de su dinero no se dividirá entre las dos opciones, sino que se multiplicará por dos, dando a cada una el 0,7 por ciento. Es decir, un total del 1,4 % para ayudar a tantos que necesitan tanto.
  • - Ayudará al sostenimiento de la Iglesia y de sus obras sociales. Los colectivos más beneficiados serán: personas mayores, discapacitados, niños, excluidos, inmigrantes, drogodependientes...

Autor: diocesismalaga.es

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