«Ha sido una semana de actos religiosos de todo tipo, con la finalidad de acercar mucho más a los fieles al gran tesoro de la Eucaristía», explica el párroco, Javier García.

Los actos comenzaron el viernes 25 de mayo, con el rezo del santo rosario por las calles del barrio. En la tarde del domingo 27 celebraron una hora santa de adoración al Santísimo.

El lunes 28, el sacerdote y licenciado en Sagrada Liturgia, José Luis Bellón impartió una charla sobre el sacramento de la Eucaristía: su historia, sus ritos, el significado paso a paso, la vivencia de la Misa en la vida cotidiana, etc.

El martes 29, las Misioneras Eucarísticas de Nazaret compartieron con la parroquia su carisma, nacido de la experiencia del santo obispo Manuel González, con una charla formativa sobre espiritualidad eucarística, y una hora santa.

El jueves 31 de mayo, como cada jueves, la parroquia tuvo expuesto al Señor Sacramentado durante todo el día, desde la mañana hasta la hora de la Misa en la tarde, pidiendo al Señor especialmente por el aumento de las vocaciones sacerdotales en nuestra diócesis. A mediodía, se celebró una hora de alabanza ante el Señor, guiada por los miembros de la Renovación Carismática de la parroquia, acto que se volvió a hacer el viernes 1 de junio por la tarde.

El sábado 2 de junio por la mañana, los feligreses recibieron una nueva charla sobre “La vivencia de la caridad cristiana tiene su fuente en la Eucaristía”.

El domingo 3 de junio, las parroquias de Estepona se unieron para celebrar juntas la Solemnidad del Corpus Christi.

«Han sido unos días intensos, de muchos momentos de oración, de encuentro con el Señor, de especial celebración del sacramento de la penitencia, y de conocer más hondamente el sacramento de la Eucaristía, que es fuente y culmen de la vida de la Iglesia. Durante toda la semana se ha hecho especial énfasis en todas las celebraciones y homilías, en el mensaje de entrega y de servicio que el Señor nos ofrece en la Eucaristía para llevarlo a la vida cotidiana. Esperamos que el Señor conceda abundantes frutos espirituales a toda la parroquia, a partir de estos días vividos con Él», concluye el párroco.