Cuenta el Evangelio que una mujer tocó el manto de Jesús y quedó curada. Esta ha sido la vocación de DiócesisMálaga: que cuantos se acerquen a sus páginas sientan que la salvación de Dios ha llegado a sus vidas.

Siempre hemos buscado la comunión y el conocimiento mutuo en estos mil números para que nos queramos más y mejor. En nuestra Diócesis pasan muchas cosas buenas. Y si estas se conocen puede obrarse el milagro del amor entre nosotros: solo lo que se conoce puede amarse. Es por ello por lo que todas las realidades presentes en la Diócesis de Málaga tienen su espacio en estas páginas. Contar qué se hace, expresar qué se piensa o decir qué se sueña es necesario para conocer las iniciativas que el Espíritu Santo impulsa a nivel diocesano: tanto en los pueblos como en las ciudades. A todas las personas concretas y realidades diocesanas, mostramos nuestro agradecimiento por sentir y hacer suya esta publicación que encuentra en el formato web su prolongación actualizada al momento.

Desde el año 1997 han pasado por este semanario miles de historias personales, miles de iniciativas, miles de palabras que hablan todas de una misma realidad: la fe en Cristo vivo. Solo en él encontramos la Palabra. La Palabra desnuda y actual, la Palabra encarnada y sencilla.

El deseo de quien fuese obispo de Málaga, D. Antonio Dorado, se cumplió: que las páginas de la publicación diocesana delaten nuestra fe en Jesucristo, que cuenten lo que hacemos y recojan nuestra historia y reflexión. Por eso es referencia obligada para quien busque conocer rostros, experiencias y celebraciones de fe malagueñas y melillenses. Y por eso, os animo a seguir contando con esta publicación: para expresar lo que vivimos y conocer lo que propone nuestra Diócesis. Porque DiócesisMálaga es una publicación al servicio de la vida y comunión de nuestra Iglesia particular malacitana presidida en la caridad por nuestro obispo, D. Jesús Catalá.