NoticiaColaboración Dios vivo, expuesto a nuestra adoración Publicado: 01/02/2016: 15893 LA FIRMA: María Antonia Moreno. Superiora de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret en Málaga. Dios se acercó a la humanidad en Jesús de Nazaret, y quiso quedarse en la tierra para siempre bajo las especies eucarísticas, no solo para servir de alimento a quien lo recibe con fe en la sagrada Comunión, sino también para ser conservado en el sagrario, donde permanece con nosotros, manifestándonos el amor que nos tiene y ofreciéndonos la posibilidad de asomarnos al silencioso misterio del Dios vivo, aunque callado... para adorarle. Adorar es una actitud del corazón, es reconocer lo que Dios es y lo que ha hecho por nosotros. Invitación al silencio y a la escucha. A muchos cristianos les resulta más fácil buscar a Dios a través de las imágenes o devociones; pero estas, son únicamente nuestros intercesores ante Dios. Sin embargo, cuando el creyente es consciente de la presencia real de Dios en la Eucaristía, experimenta la necesidad de reconocerle, postrarse, confiar, escuchar su voz, acoger su voluntad y expresarle su amor agradecido.