«Parece que estaba destinada a ser catequista. Mis inicios se remontan a cuando estudiaba Magisterio en la Universidad María Inmaculada de Antequera. Allí me ofrecieron dar clases a un grupo de alumnos y alumnas de postcomunión.

La experiencia fue muy gratificante en mi vida, principalmente por lo que aprendí en la preparación. Al ser “jovencita” captaba la atención de mis alumnos y alumnas, transmitiendo las bases de la doctrina de Jesucristo desde mi propia experiencia de fe. A veces, resultaba un poco difícil.

Es ahora, pasados unos cuantos años, cuando retomo de nuevo la tarea de ser catequista. Lo hago con mucho amor y mucha alegría. Además es un momento divertido y cercano a Dios, dos cosas que no son opuestas a pesar de lo que muchos creen. Yo transmito mi fe por necesidad propia y porque me hace feliz».

Inés Leiva. Catequista.