¿Es posible estudiar Teología entre tanto quehacer?

El tiempo es un bien escaso y más en esta sociedad en la que vivimos acelerados. Pero pienso que se tiene tiempo para lo que uno considera importante y para mí formarme en la fe llegó un en que lo consideré una prioridad. Estudié Periodismo en la Universidad de Navarra, me dediqué durante mucho tiempo a la hostelería, durante la crisis económica estuve en el paro, también he trabajado en el Departamento de Periodismo de la Universidad de Málaga y ahora soy profesora de Religión de Secundaria. Es bastante factible estudiar en el Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo porque las clases son por la tarde y es fácil combinarlas con mi trabajo; además, no tienes que matricularte del curso completo, sino que puedes ir cursando las que más te interesen o te resulten atractivas, así que puedes adaptar el plan a tus propias necesidades; es más, cualquier persona puede seguir formándose sin sufrir los exámenes, pues está opción de matricularse como oyente. Hasta el edificio es precioso, junto a la Capilla de la Abadía de Santa Ana. Es muy agradable estudiar allí.

¿Qué destacarías de tus años de estudio?

Me he sentido en familia desde el primer día que puse el pie en el Centro, que lo recuerdo perfectamente. Me recibió el subdirector, Pedro Leiva, y ese ambiente familiar se ha mantenido a lo largo de los tres años que he estado allí estudiando. Destacaría la formación que tienen los profesores y, al mismo tiempo, que son muy asequibles para cualquier duda, para resolverte cualquier cuestión... También el director, D. Gabriel Leal, es una persona muy cercana. De todas las asignaturas que he estudiado, las que más me han gustado han sido Eclesiología y Antropología Teológica, de hecho, en el examen de Síntesis elegí un tema que tenía que ver con esta segunda materia. Parece una “asignatura hueso” y reconozco que es difícil, pero a mí es la que más me ha gustado de todas.

¿Por qué es importante que los laicos nos formemos en Teología?

Porque tener formación teológica es conocer la propia fe y creo que, a veces, el conocimiento que tenemos de la fe es muy pequeño, quizás nos quedamos con el nivel de cuando hicimos la primera comunión. Si en cualquier rama del saber es importante avanzar y actualizarse, cuánto más en la fe, que es la que sostiene la vida personal. En segundo lugar, pienso que el cristiano siempre ha ido contracorriente, en los comienzos del cristianismo y también ahora; y profundizar en la fe nos ayuda a ir contracorriente y no dejarnos llevar por las ideologías, ni por las “corrientes que se llevan”. Por último, considero que es necesario para mí, personalmente, pues necesito respuestas para mis propias crisis de fe. Es una necesidad personal que pienso que todos tenemos, en algún momento.

¿Cómo animarías a los laicos que nos están leyendo a matricularse en el Centro Superior de Estudios Teológicos San Pablo?

Les diría que es una buena inversión, que no es perder el tiempo, que siempre tenemos que estar dispuestos para dar razón de nuestra fe y esta es una forma de conseguirlo; y también les diría que el mundo nos necesita, necesita a gente convencida, y también simpática, que pueda arrojar luz a sus vidas.