Fanegas de amor

En Andalucía, una fanega era una unidad de superficie equivalente a 6.440 metros cuadrados; y una fanega de trigo, 43,247 kg. En el tiempo de Jesús, una fanega equivalía a 52 kg. Si hacemos cálculos, 100 fanegas era una deuda enorme.

En el evangelio de Lucas se cuenta una verdadera historia de corrupción de plena actualidad: un administrador que desperdicia los bienes del amo y que, una vez descubierto, en vez de encontrar un trabajo honrado sigue robando con la complicidad de otros.

Y la consecuencia que Jesús saca de este Evangelio es que los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz. El papa Francisco se preguntaba en una ocasión: «¿existe una “astucia cristiana”?... ¿una astucia que no sea pecado, sino que sirva para llevar adelante el servicio del Señor y también ayudar a los demás?». Y llega a la conclusión de que sí existe y se puede alcanzar con tres actitudes.

La primera de ellas consiste en una “sana desconfianza”, es decir, en estar atentos a todo el que “promete demasiado” y “habla demasiado”. La segunda actitud es la reflexión «ante las seducciones del diablo que conoce nuestras debilidades».

Y la última actitud es la oración.

Y es que, hay algo en la «actitud de amor hacia el dinero que nos aleja de Dios» asegura el papa Francisco. Así que, firmemos mejor nuestras fanegas de amor con Dios y pidámosle hoy al Señor que nos dé la gracia de ser cristianos astutos.