¿Es televisivo el Evangelio?

Indudablemente. Jesucristo es la Palabra y la Imagen del Padre, el perfecto comunicador, como afirma la Instrucción Communio et Progresio. El lenguaje de la televisión es palabra e imagen. Decía Juan Pablo II que hay un “ministerio de la comunicación”, así que, cuantos tenemos la misión de anunciar el Evangelio en los medios, y en el caso concreto de la televisión, tenemos todas las posibilidades abiertas para hacer televisivo el Evangelio.

De vez en cuando, la pregunta salta a la palestra: ¿Por qué tiene la Iglesia una televisión?

Porque la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación brota de su propia identidad y misión. La acción evangelizadora de la Iglesia alcanza a todos los ámbitos de la vida social y, por supuesto, también al de los medios. Su presencia en ellos es un derecho y debe ser entendida como un servicio a la sociedad.

Para mí es un placer trabajar con quienes componen el equipo socio-religioso: Irene Pozo, Sandra Várez, Laura Negro, tú y luego el elenco de colaboradores… todos grandes profesionales y personas de fe. ¿Qué identidad aportan?

Tú misma lo estás diciendo. Todos sois profesionales y personas de fe. La fe no es un añadido a la profesión. El comunicador cristiano, como cualquier otro profesional cristiano, no puede separar identidad y profesión, de modo que, efectivamente, lo que cree el corazón se ha de profesar con los labios.

¿Qué pide, en tu opinión, el momento presente a la comunicación de la Iglesia?

En mi opinión, ante todo, autenticidad. Es evidente que la sociedad en que vivimos exige siempre un esfuerzo por parte de la Iglesia para asumir sus lenguajes. Pero no podemos caer en la tentación de los lenguajes vacíos y efímeros. El tiempo en que vivimos, como sugiere el lema de la Jornada de las Comunicaciones de este año, nos exige comunicar esperanza y confianza. Y eso solo se consigue siendo consecuentes con la fe que profesamos.

Nos conocimos para poner en marcha el proyecto “Periferias”, una apuesta directa de la Conferencia Episcopal que lleva ya dos años en antena. Con el especial de Fátima batimos récord de audiencia de la cadena. ¿Qué te gustaría que nos deparase el futuro?

Serenidad y sosiego para, con nuestra limitación de medios, poder seguir acercándonos a esas periferias de los hombres y del mundo a las que por lo general no se acercan los medios de comunicación.