NoticiaEn los Medios El alzacuellos Publicado: 31/05/2024: 6119 El Alféizar Imagino que no ha tenido la oportunidad de ir por la calle identificado como sacerdote. Salvo que se haya vestido para carnavales y eso no vale; o sea sacerdote y entonces sí es posible que comparta lo que escribo. No está el horno para bollos y menos para ir vestido de cura quien no sea clérigo; pero tiremos de imaginación. ¿Qué reacciones genera ir vestido de clerygman? Son diferentes. Pasan desde el respeto a la indiferencia más absoluta; pasando por la sorpresa o desprecio. En no pocas ocasiones, son excusa para conversar y en otras para comenzar el diálogo desde el prejuicio. Es interesante porque España se mueve entre extremos; aunque en las nuevas generaciones algo esté cambiando: son más indiferentes o directamente respetuosas. Hay personas que valoran mucho la figura sacerdotal otras directamente lo desprecian y si pudieran la eliminaban del mapa; aunque luego piden funeral con Misa o llaman a las puertas de Cáritas. La figura del presbítero es tan compleja como cualquier otra que pretenda fusionar en ella la referencia a lo sagrado y lo personal. Y aunque de todo hay, en términos generales, en Málaga, se valora y respeta mucho al sacerdote. Sí; al cura. Hay quien tiene buen recuerdo del párroco que conoció en su juventud o infancia. También del que ha conocido en un momento concreto. Cada uno es como es, pero, créame los sacerdotes somos buenas personas que amamos profundamente a Jesucristo: con nuestra manera de ser, mochila y espiritualidad; con nuestra forma de entender las cosas, vocación y contradicciones. Como todo hijo de vecino. Es cierto que los sacerdotes no somos perfectos, pero, como personas que somos, buenas personas que intentamos ser, ofrecemos nuestro particular carisma, corazón y fe; más allá de las reacciones que genere vestir con alzacuellos por la calle.