NoticiaColaboración F. de Iribarren, recuperado y aclamado en su Catedral Publicado: 31/12/2014: 17161 Hasta el programa de mano -Concierto de Navidad. “Para hazer burla del diablo. La música de Navidad en Málaga a mediados del siglos XVIII”- con una original presentación en facsímil y minuciosamente detallado y esmerado, hacía presagiar que nos encontrábamos en un momento de especial importancia para la vida musical malagueña, de nuestra diócesis y de nuestra Santa Iglesia Catedral de Málaga. Se intuía la fiesta y el gozo, ya en los umbrales de la Natividad del Señor. Con una Catedral a rebosar, las colas eran muy largas en una noche fría pero agradable para el invierno que es estrenaba, a las 20.45 horas se inició el gran Concierto. “La Zagalexa Mirtila” . Villancico con violin y flauta trabiessa, año 1754 lo abrió. Le siguieron “Un Danzante , mi Niño ( 1754) , “Hasta aquí, Dios amante” (1741) ”Muchachas al baile” (1748) -un prodigio en la dirección e interpretación- así como “Guapo a de ser el Tonillo” (1755) “Hola Jau” (1751) – ecxepcional y candoroso dialogo entre Batin y Jau- y la pieza central que entitulaba el concierto “Para hazer burla del Diablo” (1752) – un villancico a 3 de tonadilla, que levantó de sus asientos al numeroso público que llenaba la Catedral, salvo a los que, por falta de sitio permanecieron de pie, que fueron muchos. Otra ejecución y dirección perfecta y no fácil. Apoteósico. Concluyó la serie con un villancico de Negrillo a 5 : Aziol Chocorrotiya” (1749) Todos ellos intercalados por 3 motetes,del mismo F. de Iribarrren, que estremecieron: “Reges Tharsis” Motete a solo a los Santos Reyes (1760) “Missus est Angelus” Motete a 4 ( 1754) y un bis, concretado en otro motete del maestro, que es un himno de Completas para Navidad: “Te lucis, ante terminum” La Catedral rugió. El concierto no merecía menos. El gran maestro de capilla de nuestra Iglesia Mayor, que lo fue entre los años (1733-1767) D. Juan Francés de Iribarren empieza a ser reconocido y reivindicado en su ingente labor y, a la vez valorado por su gran calidad y aportación a la música de la Catedral de Málaga, que conserva la obra de éste y otros grandes maestros de capilla, hasta hoy. Un arsenal, con más hasta mas de mil obras parecidas, aún por ver la luz. Desde esta breve reseña debo elogiar la tenacidad y esfuerzo por el director de la “Capilla Musical Maestro Iribarren”, D. Antonio del Pino, audaz pionero en este trabajo en Málaga, al tiempo que hago una llamada a las instituciones competentes para potenciar la labor investigadora y divulgadora de esta recuperación histórica y artística, en los tesoros musicales y artísticos de nuestra tan querida y bella Catedral. Sería incapaz, mis conocimientos musicales no dan para más, de destacar a nadie: todo fue de un nivel sublime. Una dirección perfecta, una ejecución, que resultaba compleja, impecable , un acople de orquesta, coro y solistas sin fisuras y quienes se unió la agrupación Musical “Il MODO FRIGIO”, ante el público que seguía embelesado el desarrollo del acontecimiento En una tabla laudatoria deberías figurar muchos, me atengo, en primer lugar al público presente, receptivo, acogedor y entregado, a todo el personal de la Catedral y las religiosas, atentos a cualquier detalle, al Cabildo Catedral que organizó el evento, al patrocinio del Banco de Sabadell y a la colaboración de Esirtu group. Entre todos vivimos un rato, tierno, infantil, cálido, como una ensoñación naiff en el escenario grandioso de una Catedral que se puso los trajes de boda, para el gran Adviento-Navidad del Enmanuel. Pido una cosa: que se repita.