–Celebramos el Día de la Misión Diocesana, ¿qué les gustaría que tuviéramos presente todos los cristianos desde Málaga en este día? 

–Nos gustaría que nos tuvieran presentes en sus oraciones, que tuvieran presentes a nuestras comunidades y necesidades con oraciones y solidaridad generosa, y también a esta querida patria de Venezuela en este día, que coincide con las elecciones presidenciales, para que más allá de los resultados, la peligrosa polarización y la fractura de esta sociedad sea superada, haya entendimiento entre todos los ciudadanos y nos podamos reconocer, por encima de las legítimas diferencias, como hermanos. 

–Hablando de la situación política del país, ¿cómo han vivido los últimos acontecimientos? 

–La muerte del presidente Hugo Chávez la ha vivido la feligresía de diversos modos, según la sensibilidad y aprecio político hacia su persona, pero en general causó un impacto grande su fallecimiento, y todos, partidarios y opositores mostraron gran respeto al que fuera su presidente durante catorce años seguidos. Muchos ofrecieron misas por su eterno descanso, el primer día después de su muerte celebramos dos misas en la parroquia y otras tres en los destacamentos militares de Caicara; también se celebró el tradicional novenario de difuntos en sufragio de su alma, solicitado por las autoridades militares. Pero la vida de la Iglesia en Caicara sigue su ritmo normal de vida y no ha cambiado en nada; sólo tuvimos que suspender una boda a petición de los interesados porque se aplicó la ley seca, y ellos quisieron aplazarla. Durante esos días pudimos observar en la plaza del pueblo manifestaciones de los partidarios chavistas, hecho que ocurrió en todas las plazas de Venezuela. 

–¿En qué proyectos se encuentran inmersos? 

–Además de los planes arquidiocesanos,  en los que resalta la aplicación del nuevo itinerario catequético, emanado del Concilio Plenario de Venezuela, y la apuesta por la Pastoral Vocacional, estamos empeñados en construir nuevas capillas en zonas rurales y remodelar salones e instalaciones parroquiales; también en obtener un nuevo vehículo rústico y en redoblar el apoyo a las obras sociales-educativas de nuestra misión: Camino de Sueños, institución para niños con necesidades especiales; Centro Apep, educación para el trabajo a jóvenes liceístas a través de talleres; Escuela Adultos “Madre del Amor Doloroso”; y CECAL talleres y aprendizajes de oficio para jóvenes y adultos. 

–¿Cómo se ha recibido la noticia del nuevo Papa en Caicara? 

–Se ha recibido con mucha alegría, entre otras cosas, por ser latinoamericano, pero además por el talante que están percibiendo del papa Francisco a través de las noticias que llegan de los medios, sus gestos, la espontaneidad, la expresividad, la sencillez, la humildad. Hay muchos comentarios, no sólo de personas de Iglesia, sino de todos, lo sienten muy cercano y se sienten muy identificados con él. Ya están deseando que este Papa visite Venezuela como lo hiciera Juan Pablo II. 

–El Papa nos habla de una Iglesia pobre y para los pobres... 

–Sólo una Iglesia pobre es evangelizadora y puede decir algo desde la encarnación con los pobres. De hecho, todos los papas en sus documentos y declaraciones, en su magisterio ordinario y extraordinario han dejado esto bastante claro. La ortodoxia está clara, el problema está en aplicarla por parte de todos.  El Papa Francisco parece que además de hablar con palabras está decidido a hacerlo con signos y actitudes visibles, sabiendo que la pobreza no sólo es un signo externo y visible, ya que brota de una actitud interior y profunda, y de esto Benedicto XVI ha sido un ejemplo para todos, y lo ha demostrado no apegándose al poder con su renuncia llena de humildad. Esto lo valoramos mucho desde aquí, ya que la transición en la iglesia se ha vivido de una manera muy distinta a como se vive en muchos ámbitos políticos y sociales, y produce frutos de paz, justicia, unión, amor y libertad; todo lo contrario a cuando se quiere permanecer demasiado tiempo en el poder.

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