NoticiaMujer Madre Carmen, influencer para todos Publicado: 02/03/2021: 14154 DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER En la semana en que conmemoramos el Día de la Mujer, la antequerana beata Madre Carmen es una de las mujeres que nos ofrece la historia de la Iglesia de Málaga. Nació en Antequera el 30 de junio de 1834. De acuerdo con las circunstancias históricas, recibió la instrucción escolar en su propio domicilio impartida por los maestros don Antonio García y doña Dolores Delgado. Su vida se desarrolló mayormente en Antequera. Sus relaciones sociales estaban abiertas a personas de Málaga y de otros lugares de España y del extranjero. Por la fundación de la Congregación de Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, su huella se extendió más allá de Antequera y Málaga, por otros lugares Andalucía, por Castilla y Cataluña. En el 2006, el Papa Benedicto XVI aprobó su beatificación, que tuvo lugar en Antequera el 6 de mayo de 2007. El 4 de febrero de este año, en la diócesis de Barcelona, se ha tenido la Sesión de Clausura de la fase diocesana de un presunto milagro atribuido a su intercesión, actualmente, se encuentra en el estudio de la fase romana. Pocas parecen las líneas de un artículo para describir a la Beata Carmen del Niño Jesús González Ramos. Sin embargo, en muy poco espacio se puede atestiguar que es una mujer de cuerpo entero, una señora en toda la extensión de la palabra, una religiosa humilde y decidida, una persona cabal, una santa. Ciertamente Madre Carmen es un modelo acabado para todas las edades y formas de vida. Si eso lo podemos afirmar en relación de toda persona, ahora pensaremos en las niñas, jóvenes, mujeres adultas, solteras, casadas, viudas; laicas y consagradas a las que Madre Carmen atiende y le son guía. Creadora e ‘Influencer’ de vida de familia y de relaciones sociales y humanas Lo que podemos decir de Madre Carmen como centro y eje en la familia, lo pensamos tanto de su trayectoria histórica como de su intercesión ante Dios en favor de los que solicitan su ayuda para sus familias. Carmencita, Carmen, doña Carmen, Madre Carmen, es una conciliadora nata, con gracia y donaire sabe componer y aunar distancias. En sus relaciones es sencilla y modesta, es correcta y educada, es cordial, se la ve sonreír cuando saluda, encuentra ocasiones de alegrar a los que le rodean, cuando es necesario muestra su cercanía y afecto. Es una mujer que sabe estar en sociedad, afable con su esposo y atenta en sus relaciones sociales; a las personas que padecen dificultades, las atiende muy generosamente. En las tareas domésticas está a punto, se desenvuelve muy bien. Amistades, servicio, familiares, la aprecian y valoran. Una señal de que todas las clases sociales la estiman es que, en ocasión de una revuelta ciudadana, cuando iba a prestar un auxilio, los que la veían pasar decían: ¡Dejadla seguir!, ¡que pasa la señora! A pesar de las dificultades encontradas en su matrimonio, se entrega en una comunión de amor y de vida, acompañada de oración y penitencia que en su día da fruto, regalo del amor de Dios. Como fundadora pone una especial atención en crear comunidades religiosas expresión de vida de familia. Familia confiada siempre en la Providencia del Padre. Maternidad afectiva, cultural y espiritual. Es audaz en su servicio y en su entrega. Inteligente y servicial, sabe organizar. Escucha y se desenvuelve. Abierta a las necesidades de sus días. Dócil y fiel al amor de Dios, funda una Congregación religiosa, «ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta ‘esponsal’, que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con su criatura». Religiosas comprometidas en la actividad educativa, en el campo de la salud y asistencial, especialmente en favor de los más débiles e indefensos. Insta a que la tarea sea un trabajo bien hecho, movido por el amor a Dios, en el que se concilien servicio y espiritualidad; por ello impulsa la formación de las hermanas. Toda su vida y su hacer rebosa humildad, laboriosidad cotidiana y confianza en la Providencia amorosa de Dios. Triunfos del amor de Dios Nos ha llegado que en los últimos años de su vida «no se le caía de las manos» el libro de fray Juan de los Ángeles, ‘Triunfos del amor de Dios’. La Beata Carlota, mártir, que fue su secretaria, dejó escrito: «Yo no sé lo que tenía la Madre Carmen, pero puedo asegurar, que el amor de Dios que ella tenía, lo comunicaba a los demás». En verdad su vida estuvo guiada por el amor de Dios y la sabiduría de la Cruz. Integrada en un gran amor a la Iglesia y a María virgen y madre. En el Corazón de María aprendió la actitud ante Dios y ante la vida. En el Corazón del Señor, entrega y amor. De san Francisco, humildad, sencillez y amor a la humanidad de Cristo. Madre Carmen, hoy La sentimos presente, modelo e intercesora para nosotros. En el hoy y en los días que nos sigan, su santidad y los rasgos que la definen nos ayudan en el camino. Su carisma, surgido en la Iglesia, es estandarte que guía en la vida de familia, en la entrega, en el estar abiertos al amor que Dios nos tiene. A todos nos puede beneficiar. Algunas jóvenes gozosamente la siguen y la seguirán en la forma de vida religiosa que guiada por el Espíritu ella emprendió, Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones. Amor, humildad y fortaleza definen el ser y hacer de Madre Carmen: una mujer de cuerpo entero, una señora en toda la extensión de la palabra, una religiosa humilde y decidida, una persona cabal, una santa. Sor Mª Ángeles Maeso Escudero