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Ronda homenajea a un "sembrador de esperanza"

Publicado: 31/01/2012: 2061

Alonso Ros Carrasco, tras cuarenta años de servicio al barrio de San Cristobal, ha recibido la alegría de ver cómo da nombre a una calle de la feligresía.

«Me dieron la sorpresa hace dos meses, tras mantenerlo mucho tiempo en secreto, y fue una gran alegría, como el cúlmen de una historia de amor que me ha hecho entusiasmarme cada vez más en mi vida de servicio a Dios y a los demás». Con estas palabras expresa este cura de pueblo el tener una calle con su nombre en Ronda, donde lleva cuarenta años de servicio pastoral.

Alonso Ros nació en Jimera de Líbar hace 79 años, aunque se crió en Cortes de la Frontera. Este sacerdote recuerda especialmente algunos momentos en su vida sacerdotal, como cuando solicitó su ingreso en el Seminario, con tan sólo 11 años, en tiempos de D. Balbino Santos. Desde su inicio en el sacerdocio, Ros reconoce haber contado con la suerte de tener «una familia, una comunidad y una parroquia» que siempre han alentado su vocación. También se siente marcado por el espíritu de Don Manuel González y su enseñanza de servir siempre a la Iglesia «de balde y con todo lo nuestro», jaculatoria que sigue rezando cada mañana. Otro momento importante en su vida de presbítero es el tiempo de servicio a las parroquias, primero de Jimera, por lo que se considera "un cura pilongo" (por haber regido la parroquia donde se encuentra la pila en la que él mismo recibió el bautismo), y luego en Ronda.

La de San cristobal es, en palabras del homenajeado, una feligresía que ha arropado siempre la labor del Seminario. «Cuando llegué apenas eran mil personas, y ahora son más de 13.000». Allí tuvo que construir el templo y, lo que es más difícil, crear la comunidad parroquial. Como uno de sus miembros le dijo recientemente, «nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas», y a eso ha dedicado Alonso Ros su vida sacerdotal, a acompañar la vida y las preocupaciones de los vecinos rondeños, siempre aportando la luz del Evangelio, de donde nacen todas las esperanzas del cristiano.

Tras 53 años de cura en los que ha querido ser "amigo, padre y sacerdote" de todos, su tarea evangelizadora no se detiene. Alonso Ros sigue trabajando como capellán de las hermanas Clarisas, del Cuarto Tercio de la Legión, del Patronato Militar de Ronda, y es además consiliario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Ronda. Porque, como él mismo certifica con sus palabras y con su vida «la gente tiene hambre de Dios».

Autor: diocesismalaga.es

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