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Atención personalizada

Publicado: 13/10/2010: 1290

Cuando uno de acerca a un pueblo, escucha a los vecinos hablar de «su cura» como uno más de la localidad. Y es que, según el testimonio de algunos sacerdotes, en las parroquias de los pueblos pequeños es más fácil realizar un trabajo de «tú a tú» con los vecinos. La gente vive a otro ritmo, sin la contaminación de las prisas de la ciudad, tiene más tiempo para escuchar, para hablar...

Y el sacerdote se va contagiando poco a poco de esta paciencia. Podríamos decir que así es más fácil realizar un trabajo pastoral personalizado. No es lo mismo servir a un grupo de 10 familias que acuden con sus hijos para prepararse a recibir la primera comunión, que tener más de 200.

Pero también es cierto que algunos sacerdotes que son enviados a pueblos pequeños afirman que se sienten más solos. Una buena solución es la de nuestra Iglesia de Málaga: potenciar la comunión de las parroquias por arciprestazgos.

Según los documentos diocesanos, un arciprestazgo es la unidad pastoral constituida por varias parroquias cercanas entre sí, con el objetivo de una mejor coordinación e integración entre ellas, y de estrechar las relaciones entre los sacerdotes de un mismo territorio. 

Es decir, que los sacerdotes de una misma zona se reúnen para poner en común las tareas, las dificultades y los logros de su trabajo pastoral. Y en esas reuniones se concretan actividades conjuntas para toda la zona: actos penitenciales, encuentros de catequesis, campamentos de jóvenes, de Cáritas, de familias... También asumen de forma conjunta proyectos de desarrollo de Manos Unidas e incluso se organizan para que cada uno pueda tomarse unos días de vacaciones, o puedan acompañar a sus feligreses en una peregrinación. 

No hablamos de la teoría, de lo bonito que sería que la Diócesis funcionara así, sino del testimonio de los curas de nuestros pueblos. Cuando reciben un nuevo nombramiento, destacan la acogida cariñosa que reciben, como un vecino más del pueblo. Y después de llevar años trabajando en la parroquia, recuerdan la disponibilidad de la gente, y la necesidad de atención religiosa. 

Y es que, puede ser que la gente hable mal de los curas, pero nunca de "su cura".

Artículo de "Redacción" de la revista "Diócesis"

Autor: diocesismalaga.es

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