NoticiaColaboración Salvador González Sánchez, un referente Cristo se aparece a María Magdalena tras su Resurrección · Autor: A. IVANOV Publicado: 20/04/2020: 18076 Juan Luis Moreno Portales nos hace llegar esta nota necrológica Se hace difícil asimilar la ausencia de un ser querido y si el que nos ha dejado ha sido una persona tan carismática aún más. Bari, como la mayoría le llamábamos, tenía un don natural para atraer a los demás con su presencia, su palabra y su personalidad. Se formo en el Colegio de los Agustinos de Málaga y compartía conmigo algunas vivencias de la época, aunque aun no lo conocía. Tuve la suerte, al igual que mi familia y muchísimas personas más, de recibí su exquisito trato y dejar tras su ausencia un legado de incalculable valor humano, a propios y extraños, porque todo en él relucía, animaba, ayudaba, compartía e irradiaba sencillez. Siempre miraba el lado bueno de las cosas e inspiraba confianza y afecto, algo que echamos bastante de menos en nuestra sociedad, donde prevalece el materialismo, la hipocresía, la distinción de clases sociales, etc. Fue un ejemplar hijo, hermano, primo, esposo, padre, abuelo y amigo de sus amigos. Pertenecía de forma muy activa a la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima Virgen de la Cabeza, con sede en nuestra ciudad. Estoy seguro de que hoy estará en un lugar privilegiado junto al Señor y su madre la Virgen de la Cabeza. Igualmente estaba muy comprometido con la Fundación Corinto realizando un trabajo encomiable. ¡Una persona genial y un referente! Mi admirado D. Fernando Sebastián, Cardenal emérito, D.E.P., de una gran valía hasta el punto de que el Papa Francisco, lo tenía como uno de sus asesores, recalcaba en sus homilías en la Misa que celebraba habitualmente en la S.I. Catedral, que “las personas mayores, han sido y son los pilares en los se apoyan las generaciones pasadas y presentes!. Esto viene a demostrarnos la gran sabiduría que atesoran y por consiguiente su gran aportación a la sociedad. Mis condolencia a su esposa Marisa, a sus hijos, a sus yernos, así como al resto de la familia. Para que sirva de consuelo está irreparable perdida, basta recordar la frase de gran significado bíblico, que dice «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá para siempre». Bari siempre estará entre nuestros corazones y, sobre todo, en el lugar de los elegidos. Supo inculcar en los suyos el amor a Dios y a cuantos nos rodea en esta vida terrenal. Descanse en paz y oremos por su alma.