NoticiaColaboración Lección de oración Publicado: 12/09/2012: 1047 Las cofradías somos Iglesia, formamos parte de la comunidad cristiana, y aunque a veces las diferencias nos hacen creer erróneamente que estamos distanciados levemente, a la hora de la verdad, cuando hay que unirse por algo o por alguien, nos dirigimos todos a lo auténtico: a la fe, a la oración. Este año las cofradías malacitanas estamos perdiendo a personas que han sido referentes cercanos de nuestra historia, no hay más que deshojar el almanaque y caerán nombres y amigos que ya por su propia valía han sido personas excepcionales, pero que destacan por su amor a Málaga en todos sus ámbitos y por su capacidad de trabajar en una época en la que levantar la Semana Santa no era ni fue fácil. Ahora además, tenemos a un amigo, malito, bastante malito, todos sabemos quién es, pero no voy a poner nombres porque a la par que ha surgido un movimiento de oración ha nacido también una morbosidad nada saludable en cuanto a su figura. Quedémonos pues con el lado positivo de todo esto…. Las cofradías somos Iglesia, formamos parte de la comunidad cristiana, y aunque a veces las diferencias nos hacen creer erróneamente que estamos distanciados levemente, a la hora de la verdad, cuando hay que unirse por algo o por alguien, nos dirigimos todos a lo auténtico: a la fe, a la oración… En estos días hemos podido comprobar cómo en los medios que casi son un engendro diábolico para algunos, (las redes sociales), se han recibido muestras de apoyo y cariño para esta persona, pero también se nos ha conminado al rezo, un rezo unido ¡en comunidad! que pudimos casi palpar durante la celebración de la procesión de Sta. María de la Victoria, de la que es muy devoto, y donde si los rezos individuales pidiendo por la sanación de una persona, hubieran sido columnas de humo que suben como el incienso, sin duda, desde kilómetros se hubiera visto por encima de Málaga una fogata inmensa….todos los cofrades lo hemos comentado, se notaba, se palpaba en los corazones… No sé qué le deparará mi Señor en su futuro, pero estoy convencida de que sea lo que sea será lo mejor para él, porque su Madre le guía desde hace muchos años. Ahora se hace para mí más real que nunca esa frase del Evangelio ”Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Da igual dónde sea, una parroquia, una reunión de amigos, o una procesión. Una lección de cristianismo cofrade de las que no se olvidan. Autor: Raquel Espejo