El artista desgrana a lo largo de un amplio cuestionario sus inicios y los momentos más destacados de su carrera entre los que resalta su primer encuentro con Pepa Flores, Marisol, con quien Montiel se estrenó como retratista. También se posiciona como autor clásico y profundo admirador de la figura de Velázquez, y aunque manifiesta su respeto a las vanguardias, asegura que todo no es válido en el arte.