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Ha fallecido el diácono Manuel Fernández Díaz

Publicado: 14/07/2011: 3059

El funeral se ha celebrado este jueves. Tenía 86 años. Recibió la ordenación como diácono el 20 de diciembre de 1981.

Sus primeros destinos pastorales fueron en las parroquias Nuestra Señora de la Luz y la Purísima Concepción, en Málaga capital.   Ha pasado los últimos años de su vida en una residencia de Mijas-Costa.

SEMBLANZA

“Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de Dios. El que toma la palabra, que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo” (1 Pe 4, 10-11).    Don Manuel Fernández Díaz, Diácono Permanente de la Iglesia de Málaga, vivió en plenitud las palabras del Apóstol Pedro, quiso glorificar a Dios en su vida, haciendo de ella una entrega generosa al servicio de la construcción del Reino de Dios. Entendió que Dios le llamaba a gastar su vida en el servicio a los demás, anunciando el evangelio de la redención e intentando vivirlo desde el mandamiento siempre nuevo del amor.

Nuestro querido Manuel Fernández, nació un 28 de noviembre de 1924, en el seno de una familia sumamente religiosa, donde aprendió a seguir los pasos del Señor Jesús. Siendo joven comienza sus estudios de magisterio, el cual desarrollaría muchos años, siendo muy estimado y valorado no sólo por el claustro de profesores, sino también por sus alumnos.  Manuel hombre culto y muy inteligente, pone todo su buen hacer al servicio de la educación de niños y jóvenes, transmitiéndoles no sólo conocimientos intelectuales, sino también una visión creyente del hombre y de la sociedad.

Contrae matrimonio con Pepita, formando un hogar que ambos desean y luchan para que sea verdaderamente imagen de la iglesia doméstica. Fruto de este amor nacerá su hijo José Manuel, que hoy junto a su esposa e hijos despiden al buen esposo, padre y abuelo.   Maestro incansable, concienzudo y detallista, trabajador, entre otras muchas actividades participa en aquella antigua y malagueña “Radio Juventud”, como cronista de cine, del cual es apasionado y conocedor.

El Concilio Vaticano II, restablecía el diaconado permanente, son aires nuevos, renovación de una Iglesia que quiere caminar con los hombres de los nuevos tiempos. Manuel, hombre de piedad y fe, siempre en búsqueda de la voluntad de Dios, contempla en el horizonte la llamada de Dios, y comienza en el curso 1976-77 sus estudios de teología en el Centro Diocesano, siendo Ordenado Diácono el 20 de diciembre de 1981, por el entonces Obispo Diocesano D. Ramón Buxarrais Ventura.   El 7 de enero de 1982 recibe la Misión Canónica como diácono colaborador, en la tarea evangelizadora, catequética y litúrgica en la Parroquia de Ntra. Sra. De la Luz y también en lo posible se le pide su colaboración con las parroquias de Ntra. Sra. Del Buen Aire y Ntra. Sra. De la Paz. Don Ramón le pide expresamente, que de acuerdo con los párrocos, ponga todo su interés y dedicación en la preparación de los padres que piden el bautismo de sus hijos.

En esta etapa, tuve la dicha de conocer más de cerca a D. Manuel, hombre siempre fiel que amaba a la Iglesia Diocesana,  hombre en comunión con el párroco, siempre con un trato exquisito hacia los demás, siempre transmitiendo la fe, educadísimo, con un toque de timidez, amante de la liturgia, la cual preparaba con suma delicadeza: moniciones, las antífonas de los salmos rotuladas por él y con dibujos de la escena evangélica, buscaba siempre los mejores lectores, todo para ayudarnos a vivir e integrar en nosotros el Evangelio de Cristo. Sí, vivía la liturgia y trasmitía el amor de la misma a los demás.

El 17 de mayo de 1984, se le encomienda una nueva Misión Canónica. Es destinado a servir el evangelio y la mesa del altar en la Parroquia de la Purísima Concepción  de Málaga, cosa que realiza con alegría. Ayuda en la celebración de los divinos misterios, sobre todo de la Eucaristía, asiste y anima las celebraciones matrimoniales, los bautismos, predica el evangelio, preside las exequias y en los diversos servicios de la caridad.

Las fuerzas físicas del diácono Manuel, se van agotando poco a poco. Junto a su esposa también enferma, deciden ingresar en la Residencia Villa Alhamar en Mijas Costa. En la capilla de la misma, mientras le es posible y su cabeza no flaquea preside la Celebración  la Palabra, ayuda a los demás ancianos y enfermos a rezar y su amor a la Virgen se hace presente con el rezo diario del Rosario. La muerte de su querida esposa Pepita, le empuja aun más si cabe a abandonarse en manos de Dios. Cuando llega el momento en el cual, apenas puede moverse por sí sólo, lo único que pide es que le bajen con la silla de ruedas a la capilla, ante el Señor y sólo en él, encuentra su consuelo.

Este martes pasado celebraba y recibía por última vez a Cristo Pan de Vida Eterna, será el Buen Pastor quien le conducirá para siempre a las fuentes de agua viva, al cielo nuevo y a la tierra nueva. Manuel Fernández Díaz nació para la vida eterna el 13 de julio del 2011 a los 86 años de edad. Que la luz de Cristo le haga gozar del eterno descanso.

 

 

 

 

 

Autor: diocesismalaga.es

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