NoticiaCatedral Sánchez La Chica: «El Plan Director es la primera piedra de esta nueva etapa de la Catedral» Juan Manuel Sánchez La Chica, nuevo arquitecto de la Catedral de Málaga Publicado: 20/01/2017: 22891 El Obispo de Málaga, Jesús Catalá, le ha encomendado la tarea esta misma semana. Entrevistamos al joven arquitecto Juan Manuel Sánchez La Chica, miembro del equipo que realiza el Plan Director, que define como «la primera piedra de esta nueva etapa de la Catedral de Málaga, un edificio vivo y contemporáneo». Ha sido miembro del equipo responsable del Plan Director de la Catedral y de las actuaciones de acondicionamiento de sus cubiertas para permitir la subida del público. Juan Manuel fue profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid desde el año 2000 al 2003 y es profesor de Proyectos Arquitectónicos de la Escuela de Arquitectura de Málaga desde el año 2007, donde actualmente ostenta el cargo de Coordinador de Grado y presidente del tribunal Fin de Carrera. En el año 2016 consiguió el título de doctor arquitecto y formó parte del equipo que realizó la primera fase de la rehabilitación de los edificios del Seminario Diocesano y el proyecto de adecuación de las cubiertas de la Catedral para la visita turística, proyectos premiados por el Colegio Oficial de Arquitectos. ¿Cómo recibe este encargo? ¿Qué le mueve a aceptar esta responsabilidad? La Catedral es el edificio más importante de Málaga, es el más bello, el mejor construido y el documento vivo más importante de nuestra ciudad. Pero, sobre todo, la Catedral es la sede o cátedra episcopal, lugar desde donde el obispo preside la comunidad cristiana, enseñando la vida de fe y la doctrina de la Iglesia. Es evidente que recibir este encargo es un gran honor y a la vez, una gran responsabilidad. Pero el ejercicio de la arquitectura siempre implica responsabilidad; proyectar, construir o reformar una casa para una familia, por muy humilde que sea, también lo es. Pero esta es lógicamente mayor porque estamos en la casa donde la Diócesis acoge a todos sus feligreses y en el edificio con mayor valor patrimonial de nuestra ciudad. Aún disfrutando de la felicidad que implica esta tarea, ésta no debe distraernos ni un solo día en la principal tarea que en este momento nos compete, que no es otra forma que la de trabajar en la puesta en valor del principal templo de la ciudad. ¿Qué significa ser arquitecto de un edificio como la Catedral? Este trabajo implica un importante compromiso personal con la Catedral y con aquellas personas que han depositado su confianza en ti. Trabajar en la Catedral es un verdadero privilegio, día a día te acompañan en tu labor arquitectos como Diego de Siloé, Pedro López, Diego de Vergara, Pedro Día de Palacios, José de Bada, Antonio Ramos y José Martín de Aldehuela. Como profesor de la universidad, también será un privilegio poder transmitir a los alumnos la sabiduría de estos grandes maestros de la arquitectura. Cuando habla de la Catedral se le nota que le unen muchas cosas a este edificio… ¿Qué ha aprendido desde que tiene la suerte de trabajar en él? Durante los seis últimos años hemos trabajado en el Plan Director de la Catedral y en las obras de acceso a las cubiertas. Estos trabajos han requerido de un esfuerzo que va más allá de una interpretación histórica. Al trabajar directamente sobre la fábrica de la Catedral, nos están hablando aquellos canteros, arquitectos, cabildos y obispos que entregaron su vida en el empeño de levantar el templo. Trabajando en la Catedral comprendes que no quedan tan lejos estas personas, que como nosotros, se planteaban problemas similares. La búsqueda de la belleza, de la utilidad y la necesidad de transmitir un significado es un invariante que desde siempre se ha deseado alcanzar a través de la arquitectura. ¿Qué importancia tiene la Catedral de Málaga para la ciudad y para la arquitectura religiosa española? La Catedral de Málaga es, vista desde la historia del arte, el edificio más valioso de la ciudad. Es un complejo monumento resultado de un esfuerzo colectivo y prolongado durante siglos. La Catedral de Málaga contiene una información fundamental para quien quiera conocer la forma y desarrollo en el tiempo de la ciudad, la historia de la Iglesia, incluso la evolución del pensamiento eclesiástico y artístico en los años que duró su construcción. Sus piedras labradas, los manuscritos, partituras, esculturas, ropa, cuadros y reliquias que guarda nos revelan que la Catedral es monumento y a la vez un valioso documento. No obstante, la Catedral es un edificio vivo y contemporáneo que se ha ido modelando y transformando a lo largo de la historia según sus necesidades. Desde el punto de vista de su arquitectura, la Catedral de Málaga es realmente un edificio singular. Verdaderamente su seña de identidad no reside en su estado inacabado y menos aún en que falte por terminar la torre sur. La Catedral de Málaga demuestra la valentía de aquellos obispos que la iniciaron en un estilo renacentista, importado de Italia y absolutamente trasgresor en aquellos tiempos. También demuestra el empeño de los que les sucedieron en llevar a cabo la difícil tarea de, siendo fieles a los estilos de su tiempo, continuar la Catedral siguiendo las trazas con las que fue ideada en su inicio. Para aquellos que piensan que la ausencia de la torre sur es la seña de la identidad de nuestra catedral les animaría a admirar la magistral integración entre la fábrica renacentista y la barroca. No deja de sorprenderme cómo sobre un edificio renacentista con un fuerte carácter de fortaleza se levanta una arquitectura palaciega que quiso estar repleta de torres con grandes balcones y decorada con alegres motivos ornamentales. Pero sin lugar a dudas el espacio interior de la Catedral está concebido a través de la repetición de una columna que es única en la historia de la arquitectura. Nuestro pilar compuesto por un primer cuerpo de columnas corintias sobre el que se superpone una esbelta pilastra hace que la Catedral alcance la altura de un templo gótico. Una característica única y que solo está en nuestra Catedral. Se trata de un edificio vivo, en continua evolución. ¿Cuáles son sus necesidades actuales? Es evidente que la Catedral es un edificio vivo y, como templo que es, se ha adaptado paulatinamente a sus necesidades funcionales. En el Plan Director, recientemente presentado a las administraciones públicas, se estudian aquellas necesidades de la Catedral, algunas de ellas atañen a la adaptación a las nuevas necesidades litúrgicas y otras a necesidades que nunca quedaron resueltas por el estado inacabado del edificio. También es evidente que la Catedral necesita actuaciones periódicas de mantenimiento y de restauración, pero más aún la nuestra, la cual adolece de graves problemas por su estado inacabado. Tras innumerables e infructuosos intentos por solucionar los problemas de entradas de aguas en la Catedral, es evidente que se hace necesario el estudio de una solución definitiva. Es absolutamente necesario evitar la entrada de agua si queremos que nuestra Catedral permanezca en pie otros quinientos años. Poco a poco, esta entrada de agua está provocando que perdamos los yesos y tallas ornamentales que cubren las bóvedas. Pero más preocupante es aún cómo el agua está meteorizando la piedra de las bóvedas de este maravilloso espacio. Sin lugar a dudas y como todos sabemos, para mantener adecuadamente cualquier edificio es prioritario evitar la entrada de aguas pluviales. Pero también es cierto que más allá del problema de las humedades, el estado inacabado de la Catedral impide la capacidad del templo de cumplir su función significante e inevitablemente no alcanza la belleza que nos revelan los magistrales e históricos dibujos de la Catedral que realizaron los grandes maestros que en ella intervinieron. ¿Es para eso para lo que se elabora un Plan Director? ¿Qué es exactamente? Un plan director es un documento que fija un criterio y sirve de guía para todas las acciones necesarias para la conservación, adecuación y promoción del monumento. Para ello son necesarias tres fases de trabajo: conocimiento del monumento, interpretación de su significado y diagnóstico de lo necesario para su conservación, y propuesta de acciones. Como desarrollo de la primera fase, este Plan Director recoge el conjunto de estudios que definen el estado actual del conocimiento de la Catedral de Málaga, y promueve nuevos estudios para conocer mejor aspectos imprecisos. Tras analizar estas aportaciones en la segunda fase, propone en la tercera las intervenciones necesarias para, conservando sus valores históricos y culturales, promover su uso y conservación futuros. Un Plan Director es un documento administrativo muy distinto a un Proyecto Arquitectónico. Éste propone una forma constructiva final. Muy al contrario, un Plan Director no debe proponer una forma final. Este Plan Director no propone siquiera una imagen final, el objetivo de este Plan es plantear una línea de actuación, un vector, que permita conducir a la Catedral a su mejor conservación y uso. Hasta ahora el templo no disponía de esta útil herramienta, pero gracias al empeño de nuestro obispo, don Jesús Catalá, y del cabildo catedralicio, ya dispone de la misma, primera piedra en esta nueva etapa de la Catedral de Málaga.