«Mi padre falleció cuando yo estaba en primero de Magisterio; entonces tuve que dejar los estudios para quedarme con mi madre y con mi hermano», recuerda Trini. Hasta que, 20 años más tarde, perdió a su progenitora y decidió venir a Málaga para cumplir su sueño de estudiar Puericultura. «Aquí en Málaga había una escuela... y tuve tan buena suerte que se abrió una plantilla en la Diputación de personas especializadas en el Centro Básico de Acogida».

En este centro, Trini atendió, cuidó y mimó como si fueran sus propios hijos a los niños que estaban en acogida. «Fue un trabajo precioso que me ayudó a a realizarme como mujer, como madre, como amiga... yo a los niños los quería con locura. Y ellos me querían a mí. Yo era la madre de mis niños».

Trini nunca pensó en ser religiosa: «Dios me ha concedido la gracia de vivir como vivo. De chiquita me decían “¿qué vas a ser de mayor”? y yo decía: “modista”. ¿Sabes por qué? Porque las solteras, en mi pueblo, eran modistas. Yo quería ser modista, porque las modistas no se casaban», rememora riendo. Ya en Málaga, una amiga le habló de la adoración nocturna y la invitó a participar en un turno. «En mi pueblo, siendo joven, ya me había sentido atraída por la adoración. Sin embargo, ésta estaba reservada a los hombres. Las mujeres no iban por la noche a adorar. Cuando me dijeron, ya aquí en Málaga, que fuera a una adoración me entusiasmo».

Cuando Trini se jubiló, a los 65 años, ya era presidenta de la Adoración Nocturna Femenina de Málaga. «Me ha dado muchísimo la adoración nocturna. Dios siempre sorprende; estamos disponibles y aceptamos la sorpresa que Él nos tiene preparada. Somos contemplativas de noche y testigos de día. En todo amor y servir».

Trini explica sucintamente la diferencia que existe entre la oración y adoración: «la oración es hablar con Dios. Pero adoración es intimidad con Dios. En esa intimidad al Señor le llevas, lo primero, la Iglesia y sus necesidades. Y después, todo el mundo. Nosotros vamos a adorar, pero yo no voy como Trini Hervás, sino que voy como Iglesia a adorar al Santísimo. En esa adoración entra lo que es la necesidad de la humanidad. Pedimos por la humanidad».

Trini aclara que la adoración se realiza durante la noche: «es para que el Santísimo se sienta siempre acompañado, incluso cuando las Iglesias se cierran». La presidenta de las adoradoras en Málaga cita con frecuencia a Santa Teresa de Jesús: «ella decía que la oración es estar con quien amas. En esa intimidad le cuentas todo al Señor. Y sobre todo le dices que le quieres. En cierta ocasión yo pensaba también que hay que enamorarse de Cristo, como Santa Teresa, que cambia su vida porque se enamora de Cristo. A las cosas terrenas le das un sentido espiritual si incluyes a Dios en tu vida».

EL DÍA A DÍA DE UN TURNO DE ADORACIÓN

Cada turno de adoración tiene una responsable, que convoca a todas las adoradoras de su grupo. Así, comparten un tiempo de convivencia, se cuentan cosas, y organizan la liturgia. «Una vez organizado todo, volvemos a reunirnos con el director espiritual, Don Antonio Gómez. Todas las adoradoras tenemos la misma formación. Luego pasamos a la capilla y celebramos las vísperas y la Eucaristía. A continuación, tiene lugar la presentación de adoradores, el invitatorio y el oficio de lectura. Ahí empiezan los turnos. Nos turnamos desde las nueve de la noche hasta las siete de la mañana».

En Málaga, actualmente, hay 60 adoradoras activas, que se reúnen una vez al mes para hacer la Adoración al Santísimo durante la noche. Otras 60 adoradoras en Málaga son honorarias y, al tener una edad más avanzada, son convocadas durante la tarde. «No tendría sentido mi vida sin una adoración. Pero al Señor no solamente hay que irle a adorar al Santísimo, sino que al Señor te lo encuentras en todos los sitios de tu vida: en este momento, en el otro...»

LA ADORACIÓN NOCTURA FEMENINA DE MÁLAGA ESTÁ EN CALLE POSTIGO DE SAN JUAN, 5, 2º