NoticiaSantos Madre María del Socorro: “Nos urge el amor de Cristo” (2 Cor 5, 14) Antonio Eloy en la Misa de acción de gracias por la causa de beatificación de la Madre María del Socorro, en la Iglesia del Convento de las Mínimas de Archidona Publicado: 27/06/2023: 7867 Antonio Eloy Madueño El director del Departamento de Causa de los Santos de Málaga y Promotor de Justicia, escribe sobre Madre María del Socorro Astorga Liceras y su llamada a la santidad para el hombre y la mujer de hoy, con motivo del inicio de la fase diocesana de su causa de canonización. “Vosotros sois cristianos, no porque hacéis cosas especiales y extraordinarias, sino porque Él, Cristo, es vuestra, nuestra vida. Vosotros sois santos, nosotros somos santos, si dejamos que su gracia actúe en nosotros” (Benedicto XVI, 10 de septiembre de 2011). Estas palabras de Benedicto XVI bien podemos aplicarlas a la Madre María del Socorro Astorga Liceras, pues la santidad, como también recalca el papa Francisco, no es una obra de esfuerzos humanos, de voluntarismo, sino que es un don de Dios, que nos llama a la santidad en el amor. Al iniciar un proceso sobre la santidad de una persona en la Iglesia, lo que hacemos es, acoger la palabra, el testimonio, los escritos y la vida de alguien que, con su vida unida a Cristo, hizo a Cristo presente por su experiencia de fe, por su expresión de la caridad. Desde su infancia, en el no siempre fácil ámbito familiar, Madre María del Socorro se dejó transformar por Cristo progresivamente, hasta que llega un momento decisivo, revestido de la más sencilla y pobre cotidianidad, en el que, a los pies de Jesús en la Eucaristía le dice: “Señor, ahora después de toda la experiencia de mi niñez, mi juventud, el hogar, la familia, la enseñanza de mis padres y los sufrimientos y dificultades, calumnias y los momentos oscuros que he vivido, la enfermedad….¿qué quieres Señor de mí? Y Él, sutil y preciosamente dice Madre María del Socorro, que le hizo ver en la hostia consagrada la palabra “Charitas”: quiero que te entregues a mi amor, que seas mi esposa y que puedas comunicar a los demás esta experiencia de amor y misericordia”. Y ella escogió para vivir este mandato la Orden Mínima en la que la palabra “Charitas” aparece grabada como signo de identidad y de misión en san Francisco de Paula y en los que siguen su ejemplo. Al llamar Dios a María del Socorro a la santidad por el amor, la hace también contemporánea nuestra, para que invite al hombre y mujer de hoy a la conversión, al amor de Dios, a una relación directa, personal con Él. El cristiano del siglo XXI, carece de ese cielo protector o paraguas sociocultural que le sostenga en el seguimiento de Cristo, y necesita, como María Magdalena en la mañana de la resurrección, o Madre Socorro en el torno del convento, de ese encuentro personal con Cristo Resucitado, que, además de devolverle la alegría de su presencia, le capacite para gritar que Cristo, que el Amor de Dios, está vivo y resucitado entre nosotros, especialmente, cuando tantos gritan, a veces con su silencio, que está muerto. Porque, no hay prioridad más necesaria para el hombre de hoy que abrirle el acceso a la cercanía de Dios en Cristo. Para eso te he llamado, dirá María del Socorro en sus escritos, para que digas al mundo que Dios es amor y misericordia que se derrama. El hombre de hoy necesita testigos apasionados del Dios del amor y de la misericordia, que sepan de Él no por teoría, sino porque les ha abrasado el corazón. Con su vida, María del Socorro Astorga Liceras nos grita que Dios es amor y misericordia, que quiere amarte y comunicarte su presencia, y es posible, en nuestra debilidad, en nuestra nada, en nuestra pequeñez, que la Trinidad amorosa, que el Padre, derrame su amor y venga a abrazarnos en el corazón de su Hijo, crucificado por amor. “Charitas Christi urget nos” 2 Cor 5,14. El amor de Cristo conmovió las entrañas y la vida de san Pablo, el amor de Cristo abrasó el corazón de san Francisco de Paula, la misericordia de Cristo transformó le vida de Madre María del Socorro, el amor de Cristo quiere encontrar en el siglo XXI hombres y mujeres dispuestos a recibirlo. Este es el mensaje de la Iglesia al hombre y mujer de hoy cuando abre un proceso de canonización. No busca otra cosa. Antonio Eloy Madueño Porras Director del Departamento para la Causa de los Santos Promotor de Justicia en la Causa de Beatificación de la Madre María del Socorro Astorga Liceras