NoticiaStma. Virgen Manuel Ángel Santiago: «María nos protege con infinita bondad y cercanía maternal» Virgen de la Salud // FOTO: HERMANDAD DE LA SALUD DE MÁLAGA Publicado: 14/05/2020: 36365 MES DE MAYO, MES DE MARÍA María Santísima de la Salud es la advocación que da nombre a la imagen de la Virgen de la Hermandad de la Salud, con sede en la parroquia malagueña de San Pablo. Una advocación mariana a la que se recurre con mucha frecuencia en estos tiempos de pandemia. El sacerdote Manuel Ángel Santiago, delegado de Hermandades y Cofradías y director espiritual de la Hermandad de la Salud, nos habla de María como madre que protege y cuida. María Santísima de la Salud de todos los enfermos, ¿de dónde viene esa advocación? Creo que del carácter maternal de María Madre de Dios y Madre Nuestra. Con Ella no nos sentimos huérfanos jamás; podemos acudir siempre a Ella, con la seguridad de que intercede por nosotros, especialmente cuando experimentamos nuestra pequeñez, nuestra limitación, nuestro estado de enfermedad. Una de las oraciones más antiguas dirigidas a la Virgen (de finales del siglo II o principios del III), expresa esa confianza: “Bajo tu amparo, nos acogemos Santa Madre de Dios, no deseches la oración de tus hijos necesitados, líbranos de todo peligro, oh siempre Virgen gloriosa y bendita”. Algunas advocaciones marianas están muy relacionadas con el sufrimiento y el dolor del pueblo, ¿es cuando más acudimos a nuestra Madre? El amor a la Virgen no solo se expresa cuando imploramos su auxilio, cuando estamos sumergidos en el dolor, sino que de muchas maneras sencillas nos dirigimos como hijos para profundizar en su misterio, en su entrega a Dios, la amamos y cantamos sus gozos, sus glorias, su luz, pero no es menos cierto que junto a ella vivimos los misterios de dolor. La Santísima Virgen, por ser Madre de Cristo, Salvador de los hombres, nos socorre con ternura y bondad. ¿Cómo actúa María en el 2020? María, la mujer de Nazaret, brilla en la historia de la salvación con luz propia, una luz que hoy también está presente en nuestro mundo actual. Está presente en estos momentos de coronavirus, en los hospitales, en las manos amorosas que acompañan a los que se encuentran solos y abandonados, entre los niños y jóvenes, entre los que luchan por la justicia y por la paz... Está siempre como la que sirve sin medidas. Una sugerencia, entremos en la escuela de María para aprender cómo hemos de amar a Dios y los hermanos, sin duda es una buena escuela. Estuvo al lado de su Hijo hasta el final de la cruz y en la Resurrección, en todo momento, ¿cómo lo protegió? El Corazón Inmaculado de María es el que mejor expresa el amor maternal-paternal de Dios. Ella estuvo en todo momento junto a Cristo, junto a sus discípulos… siempre indicándonos: “Haced lo que Él os diga”. Hoy nos protege a cada uno de nosotros con infinita bondad y cercanía maternal, nos invita a seguir los pasos de su Hijo, por ello la tenemos como patrona, porque brilla como señal de salvación y de celestial esperanza especialmente para los enfermos que la invocan con el título de Salus Infirmorum. La oración colecta de la Misa de la Virgen Salud de los Enfermos nos invitará a dirigirnos a Dios diciendo: "Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo, y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Amén".