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Roberto Polo: «Yo promuevo el arte en el que creo»

Roberto Polo durante la presentación de su colección en ArsMálaga Palacio Episcopal // S. FENOSA
Publicado: 22/05/2017: 12763

El artista, historiador, filántropo, coleccionista y marchante de arte, Roberto Polo (La Habana, 1951) ha sido el encargado de traer “Painting after postmodernism Belgium-USA” a ArsMálaga Palacio Episcopal.

«La pintura ha sido asesinada mil veces»

Gran mecenas del Museo del Louvre de París y patrono del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, entre otros. ¿Qué le mueve a donar obras de arte?

La satisfacción de compartir con los demás lo que me gusta a mí. Es como un deber que siento. Yo nací en Cuba y llegué a los Estados Unidos cuando tenía 8 años. En Norteamérica, desde pequeños, nos enseñan que hay devolverle a la sociedad un poco de lo que la sociedad nos deja ganar. Es mi legado, es como el deseo de un padre de perpetuarse a través de sus hijos. La cultura debe estar en manos públicas, pero también privadas, para evitar ser manipulada.

“Painting after postmodernism Belgium-USA” que puede verse hasta el 2 de julio en ArsMálaga Palacio Episcopal, pone de manifiesto que la pintura está más viva que nunca, ¿no es así?

Ciertamente, la pintura ha sido asesinada mil veces, desde que se descubrió la fotografía en los años 30 del siglo XIX. Ya lo hizo Marchel Duchamp en 1918 cuando declaró que «la pintura estaba muerta». En los años 60 y 70 la pintura fue reemplazada por el videoarte o el arte conceptual; en definitiva, arte hecho por otros, no por el propio artista, perdiéndose así el aspecto manual. Sin embargo, ahora, y es la tesis de la exposición, la pintura ha regresado con mucha fuerza. Pero no se trata de la misma pintura, no es un reciclaje de imágenes y estilos como fue el posmodernismo. Por eso, la muestra se llama “después del posmodernismo”. Son nuevos procesos de pintar que hasta ahora nadie había identificado, eso es lo que hemos intentado hacer entre Barbara Rose, comisaria de la exposición, y yo.

¿Es complejo el mundo de la pintura en Bélgica?

Así es, Bélgica tuvo durante muchos años un crítico de arte muy influyente llamado Jan Hoet, que se llamaba a sí mismo “el Papa del arte” y declaró que la pintura estaba muerta. Tanto es así que creó una lista negra con nombres de pintores cuyas obras no se debían comprar. En dicha lista se encontraban dos de los pintores presentes en esta muestra: Marc Maet y Jan Vanriet, ambos sufrieron mucho por esta causa.

¿Aún quedan vestigios de esta época?

Creo que un buen ejemplo es que cuando inauguramos esta exposición en Bélgica. Había acreditados 161 periodistas internacionales, los más importantes de Nueva York, Moscú, Milán... y belgas solo había uno, francófono. Sin embargo, de los ocho pintores belgas, seis son flamencos. Toda la prensa flamenca nos ignoró totalmente. Pero yo promuevo el arte en el que creo.

Beatriz Lafuente

Licenciada en Periodismo e Historia. Casada desde 2011, es madre de un hijo.

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