NoticiaPastoral penitenciaria Así se ha vivido la Semana Santa en los centros penitenciarios de la Diócesis Publicado: 02/04/2024: 10467 Málaga y Melilla El delegado de Pastoral Penitenciaria, el trinitario Pedro Fernández Alejo, ha agradecido «todo el trabajo y quehacer de las religiosas, los agentes de pastoral y los voluntarios que han coordinado, como cada año, tan impecablemente las diferentes actividades» que se han realizado en los tres centros penitenciarios de la Diócesis de Málaga (Alhaurín de la Torre, Archidona y Melilla). Fernández Alejo comienza recordando los preparativos para estos días que se llevaron a cabo en el tiempo de Cuaresma en las prisiones de Alhaurín de la Torre y Archidona: «aprovechando el simbolismo penitencial de la imposición de la Ceniza, se celebró el sacramento del perdón con la imposición de la ceniza y la posterior Eucaristía. Celebrar el perdón en la cárcel es de una riqueza espiritual y humana de incalculable valor. Puede que alguien, de los cristianos de fuera, seguirá en sus trece pensando que los presos ni se arrepienten ni se convierten. Pues a quienes así piensan, yo les invito a vivir una de esas experiencias profundas donde se ve fehacientemente cómo la misericordia del Padre toca el corazón de las personas que se arrepienten de verdad. Seguramente que, si han participado alguna vez de las celebraciones penitenciales de sus parroquias, no han observado en los participantes sentir la conmoción y el estremecimiento de confesar públicamente sus errores y pecados, ni tampoco llorar con verdadero sentimiento. Pues así es una celebración del Sacramento del perdón en la cárcel con los privados de libertad». Domingo de Ramos en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre × El domingo de Ramos se celebró en la prisión de Alhaurín de la Torre en la víspera. Como relata el delegado: «el sábado día 23 tuvo lugar la celebración correspondiente del Domingo de Ramos. Iniciamos la liturgia con la bendición de los Ramos en el patio anterior al salón de actos; después, en procesión y con cantos de alabanza, fuimos accediendo a dicho salón donde continuamos con la proclamación de la Palabra de Dios y la lectura de la Pasión de Jesús proclamada por tres lectores. Como siempre, estas celebraciones, se revisten de un matiz especial que sobrecoge el corazón sintiendo y viviendo en profundidad el gran regalo que Dios nos ofrece en su Hijo Jesús». Lavatorio de las manos en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre × El Jueves Santo, Pastoral Penitenciaria se hizo presente en los C.P. de Alhaurín y Archidona para celebrar la Cena del Señor con una peculiaridad en el rito del lavatorio de pies que explica el trinitario: «nosotros lo simbolizamos a través del “lavatorio de las manos”. Es una manera de que todos nos sintamos partícipes de ese gesto que realizó Jesús en la Última Cena, un gesto de purificación, de participación y de servicio. Nuestras manos están manchas y muy cargadas de negatividad contra los hermanos y, casi siempre, muy vacías del amor mutuo que Jesús nos exigió desde entonces». En la prisión de Alhaurín además, tuvieron la suerte de contar con la intervención del coro “Amanecer”. Eucaristía del Domingo de Ramos en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre × El Viernes Santo reviste un carácter especial ya que se reza un Vía Crucis original y propio. El delegado de Pastoral Penitenciaria relata que «cada estación ha sido preparada y reflexionada por los propios internos e internas. Este año, a causa de la lluvia, no pudo realizarse en el campo de fútbol y tuvo que hacerse en el salón de actos, pero la intensidad y la emoción de poder leer sus propias reflexiones aplicadas a sus vidas desde la Pasión de Jesús, es una experiencia que llena al sentirse unidos a la vida y pasión de Jesús desde sus propias vivencias de calvario, pasión, cruz y muerte. La Vigilia Pascual, celebrada el sábado por la mañana, es, de igual modo, vivida con expectativa y profundidad de fe. Iniciada con el rito del fuego, la bendición del mismo y el encendido del Cirio Pascual y el consiguiente encendido de las velitas iniciando una procesión lenta hasta el interior del salón de actos. La liturgia propia de la Vigilia con su pregón Pascual anunciando la gran noticia de que Cristo ha resucitado fue sentida y participativa. Sin duda que celebrar la Resurrección de Cristo, como triunfo de la Vida y de la Liberación, en un mundo como en la cárcel, es sentir una de las sensaciones más impactantes de nuestra fe, sobre todo, de la Resurrección de Jesús en un mundo de oscuridad, de sepulcro, de muerte. Es sentir por dentro que se te desprenden los sudarios y las mortajas de una vida de esclavitud y pobreza y resurge una persona nueva, vida, resucitada». MELILLA Desde el Centro Penitenciario de Melilla, por su parte, explican que «con espíritu de recogimiento, días antes del Domingo de Ramos, los internos del Centro Penitenciario, voluntarios y el capellán despedimos la imagen del Cautivo que fue trasladada a la parroquia de Santa María Micaela por los cofrades del Padre Jesús Cautivo de Medinaceli para llevarla por las calles de Melilla en recorrido procesional. En este gesto, los internos se hacían presente por las calles de la ciudad en los cultos de estos días Santos por medio de esta sagrada imagen que les acompaña en su capilla». El Domingo de Ramos, relatan desde la ciudad autónoma, «portando los Ramos bendecidos fuera de la capilla, la procesión entró en la iglesia entre cantos entonados por los agentes de pastoral penitenciaria. El Jueves Santo en memoria de la Pasión del Señor entregada en la Comunión de su Cuerpo y su Sangre hemos actualizado el lavatorio de los pies y recordado que el amor que Jesucristo tuvo para subir a la Cruz es desinteresado aún cuando le dimos por respuesta su propio patíbulo. El siguió amando hasta el final. Y el Viernes Santo en un clima de silencio sagrado y oración hemos conmemorado la Muerte liberadora de Cristo: escuchando la Pasión, rezando por todo el mundo, adorando su Cruz gloriosa y comulgando de su Pascua hecha sacramento». La Pascua de Resurrección se celebró en la cárcel de Melilla el domingo de Pascua al atardecer: "El episodio de los discípulos de Emaús –cuentan desde Pastoral Penitenciaria– nos invitaba a reconocer la nueva presencia del Señor: resucitado y vivo aunque nuestros sentidos no lo capten del todo nos da la certeza de que está a nuestro lado. En una festiva Eucaristía nos hemos saludo por el triunfo de la Vida sobre la muerte. La Fiesta ha continuado luego compartiendo festivamente como final propio de estos intensos días de comunión con Jesucristo».