NoticiaReligiosas «Estas hermanas son fruto de mucha oración confiada» Las seis novicias del Monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas de Antequera proceden del Camino Neocatecumenal Publicado: 13/06/2019: 21073 Este domingo, Solemnidad de la Santísima Trinidad, se celebra la Jornada Pro Orantibus, bajo el lema “La vida contemplativa. Corazón orante y misionero”. Un día para manifestar el agradecimiento y el apoyo a los hombres y mujeres que esparcidos por la geografía española mantienen vivo el ideal religioso de la vida contemplativa. Nos acercamos hoy a algunos de los monasterios de nuestra diócesis que cuentan con vocaciones jóvenes. Seis conventos de vida contemplativa de la diócesis de Málaga han recibido, en los últimos años, nuevas vocaciones. Nos abren sus puertas para que recemos por ellas en la Jornada Pro-Orantibus. El Convento del Patrocinio de las Clarisas de Ronda, el de Nuestra Señora de Gracia de las Clarisas de Vélez-Málaga, el Monasterio del Sagrado Corazón de las Carmelitas Descalzas de Torremolinos y el Monasterio de Santa Clara de las Clarisas de Málaga cuentan con una novicia entre sus hermanas. Y el Monasterio de San José cuenta con 1 juniora, 2 postulantes y 3 novicias. Antequera La hermana Yolanda es la maestra de novicias del Monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas de Antequera. Así nos presenta a las monjas más jóvenes de su comunidad: «La hermana Nazaret tiene 34 años, es natural de Brasil y lleva cuatro años en este Monasterio, ella es juniora e hizo su profesión temporal el 8 de septiembre del año pasado. Y las hermanas Marcela (28), Carolina (31) y Judith (27) son naturales de Colombia y novicias en este monasterio, al que llegaron hace dos años y medio. Y las hermanas Marlen (35) y Tatiana (28), también de Colombia, son postulantes y acaban de llegar hace poco tiempo. Todas ellas proceden del Camino Neocatecumenal». El tiempo de formación que tienen estas hermanas es de nueve años, de discernimiento personal y comunitario, «un tiempo en el que ocupa un lugar muy importante la palabra de Dios, la formación humana, el carisma de una carmelita descalza, la teología de la vida consagrada... Es un proceso de formación en el que van conociendo cada vez más lo que Dios quiere en sus vidas, acompañadas por la comunidad», explica la hermana Yolanda. «Estamos muy agradecidas al Señor por haberlas traído. Estas hermanas son fruto de mucha oración confiada», añade la maestra de novicias. “La vida contemplativa. Corazón orante y misionero” es el lema de la Jornada Pro-Orantibus, en esta Solemnidad de la Santísima Trinidad. Un lema «muy nuestro», afirma la hermana Yolanda, «empezando por nuestra fundadora Teresa de Jesús, que nos quiso totalmente eclesiales y misioneras; y siguiendo por nuestra hermana santa Teresita del Niño Jesús, también Carmelita Descalza que, desde la oración y la entrega de su vida desde la clausura, terminó siendo patrona de las misiones. Aquí tenemos a estas hermanas jóvenes procedentes de América del Sur, que vienen para ser orantes y misioneras, han salido de su tierra para esta doble misión. Para nosotras este lema significa sabernos y sentirnos hijas de la Iglesia». Testimonio de la hermana Marcela La hermana Marcela es natural de Bogotá (Colombia) y tiene 28 años. Llegó al Monasterio de San José hace dos años y medio. Así cuenta su vocación: «La primera vez que sentí que el Señor me quería para él tenía 14 años y me encontraba en un encuentro de jóvenes del Camino Neocatecumenal, en mi país. En ese momento pensé que había algo más grande por vivir pero se quedó solo en el anhelo. Pasaron los años, entré a la Universidad, estudié Fisioterapia y Enfermería y comencé a trabajar dando clases en la Universidad y en un hospital. Seguía yendo a la comunidad pero realmente vivía como cualquier joven, sin saber buscar a Dios. Cuando peor estaba, llegó la mirada del Padre, esa que es solo amor. Ocurrió en una Eucaristía en la que el Evangelio era el del Hijo Pródigo. Y, como dice mi santa Madre Teresa de Jesús, para mí fue la primera de muchas determinadas determinaciones. La llamada no es algo fácil de explicar ni describir porque Dios nos llama a todos los jóvenes de maneras muy particulares. La respuesta se da solo en el corazón de quien se siente amado, respetado, valorado por este amor sobrenatural que es Dios uno y trino. Teniendo siempre presentes las palabras del papa Benedicto XVI, cuando dice que Dios no quita nada y lo da todo, me quise fiar de Él y dejar de lucha inútilmente contra quien yo creía ser y dejar a Dios ser el protagonista de esta historia. Cuesta muchísimo, no es fácil salir de mi familia, mi tierra, mis comodidades, de quien creía ser y ponerme en marcha como los misioneros. Todo por amor y para que los demás crean en este amor que no quita nada y lo da todo. En especial, esa extraña pero inevitable felicidad de lo cotidiano, lo pequeño y lo aparentemente inútil de nuestra vida. Desde este hermoso lugar del Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Antequera, donde experimento día a día el amor de Dios representado en las hermanas y en nuestro querido obispo D. Jesús, en los sacerdotes, los seminaristas y los laicos y en toda la gran familia diocesana malagueña que somos parte de este Cuerpo Místico que es su Iglesia universal, bajo el amparo de la Santa Virgen María del Monte Carmelo». Testimonio de la hermana Winnie María Sor María del Corazón de Jesús es la madre abadesa del Monasterio de Santa Clara, en Málaga. «Es una gran alegría tener con nosotros a la hermana Winnie María, nuestra novicia, que se prepara para profesar sus votos religiosos como clarisa», explica la madre abadesa. Sor Winnie María tiene 23 años y es natural de Madagascar, lleva en Málaga dos años y medio. Pertenecía a un grupo de jóvenes franciscanas «y ahí sentí la vocación. Quería conocer mejor la vida de santa Clara y de san Francisco de Asís», explica la novicia, y añade «soy muy feliz, pues viviendo con Jesús siempre eres feliz».