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Casi 200 inmigrantes fallecidos en el incendio de un barco en Lampedusa

Publicado: 03/10/2013: 1452

•   El papa Francisco ha calificado de "vergüenza" el drama vivido

Un barco con alrededor de 500 inmigrantes a bordo se ha incendiado y naufragado esta madrugada a media milla de la isla de los Conejos, en Lampedusa, y según el diario italiano la Repubblica ya se habrían contabilizado 82 personas fallecidas y 300 desaparecidos, entre ellas una mujer embarazada y dos niños.

Como publican hoy diarios nacionales, un barco con alrededor de 500 inmigrantes a bordo se ha incendiado y naufragado esta madrugada a media milla de la isla de los Conejos, en Lampedusa, y según el diario italiano la Repubblica ya se habrían contabilizado 94 personas fallecidas y 300 desaparecidos, entre ellas una mujer embarazada y dos niños. El rescate, en el que participan barcos pesqueros y patrulleras de las guardias Costera y de Finanzas, ha logrado rescatar con vida a 150 inmigrantes, pero varias decenas aún continúan en el agua. La morgue de Lampedusa está saturada y los cadáveres están siendo trasladados a los hangares del aeropuerto. La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha confirmado que la embarcación procedía de Libia y que se incenció a media milla de la costa. Las palabras de la alcaldesa, Giuse Nicolini, dan idea de la magnitud de la tragedia: "Es un horror. Hay cadáveres por todos lados".

La alarma fue dada por dos pesqueros que faenaban en una zona especialmente transitada por los traficantes de hombres, que estos días aceleran su negocio antes de la llegada del mal tiempo. Solo unas horas antes había arribado otro barco con 463 personas a bordo --que fueron trasladas a un centro de internamiento ya abarrotado por 700 inmigrantes-- y, el lunes 30 de septiembre, 13 eritreos se ahogaron a unos metros de la costa de Sampieri, en Sicilia, después de que fuesen arrojados al mar desde la embarcación con la que intentaban entrar en Europa. Sus cuerpos, cubiertos con sábanas, quedaron tendidos en la playa, para escarnio de quienes no terminan de atajar una tragedia que, cada año, acaba con la vida de centenares de personas. Se calcula que desde 1990 han perdido la vida 8.000 personas en el Canal de Sicilia. De ellos, 2.700 durante 2011, coincidiendo con el conflicto de Libia.

"Sólo me viene la palabra vergüenza, es una vergüenza", así se ha referido al naufragio el papa Francisco tras conocer la magnitud de la tragedia. "Hablando de crisis, hablando de la inhumana crisis económica mundial, que es un síntoma grande de la falta de respeto por el hombre, no puedo dejar de recordar con gran dolor las numerosas víctimas del enésimo trágico naufragio ocurrido hoy cerca de Lampedusa", ha añadido el pontífice.

La delegación diocesana de Migraciones ha hecho pública en su blog la noticia, acompañada del llamamiento del papa Francisco en su última estancia en Lampedusa.

«¿Quién es el responsable de la sangre de estos hermanos y hermanas? ¡Ninguno! Todos respondemos igual: no he sido yo, yo no tengo nada que ver, serán otros, ciertamente yo no. Pero Dios nos pregunta a cada uno de nosotros: “¿Dónde está la sangre de tu hermano cuyo grito llega hasta mí?”. Hoy nadie en el mundo se siente responsable de esto; hemos perdido el sentido de la responsabilidad fraterna; hemos caído en la actitud hipócrita del sacerdote y del servidor del altar, de los que hablaba Jesús en la parábola del Buen Samaritano: vemos al hermano medio muerto al borde del camino, quizás pensamos “pobrecito”, y seguimos nuestro camino, no nos compete; y con eso nos quedamos tranquilos, nos sentimos en paz. La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar en nosotros mismos, nos hace insensibles al grito de los otros, nos hace vivir en pompas de jabón, que son bonitas, pero no son nada, son la ilusión de lo fútil, de lo provisional, que lleva a la indiferencia hacia los otros, o mejor, lleva a la globalización de la indiferencia. En este mundo de la globalización hemos caído en la globalización de la indiferencia. ¡Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro, no tiene que ver con nosotros, no nos importa, no nos concierne!»

(Homilia del papa en Lampedusa, 8 de julio 2013)

Autor: El País/Ana María Medina

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