SINOPSIS DE LA CHARLA

Estamos viviendo una dura etapa de dolor generado por la pandemia del Covid, que ha afectado a la vida, la salud, la economía, la pérdida de puestos de trabajo, a las relaciones sociales y religiosas. 

Quizás hoy, más que nunca, necesitamos afianzar la luz de la esperanza, basada en la convicción de que Dios nos ama y que Jesús, como el grano de trigo que muere y da  fruto,  ha entregado la vida para salvarnos. 

Hemos de aprender a consolarnos y a apoyarnos unos a otros, a ser “canales” de esperanza para los demás, mostrando a un Dios que no excluye a nadie sino que abre su casa a todos, empezando por los últimos y los alejados, porque somos sus hijos. 

María es sino de esperanza y nos anima a decir a Jesús: “Contigo nada está perdido, Señor. Contigo siempre se puede esperar. Tú eres mi esperanza”

VÍDEO DE LA CHARLA

PARA LA REFLEXIÓN

1. Lee 1ª Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 1,3. ¿Cuido en mi vida cristiana la actividad de la fe, el esfuerzo del amor y la firmeza de la esperanza en Cristo? ¿En qué lo concreto?   

2. Lee 1ª Carta de Pedro 1,3.21. ¿Cuál es el fundamento último y profundo de mi esperanza?  

3. Lee Carta de San Pablo a los Romanos 5, 1-5. ¿Estoy convencido de que la esperanza nunca defrauda? ¿Soy “canal” de esperanza para los demás? ¿Cómo lo realizo?