NoticiaBlanco sobre Negro Andrés Merino Mateo: «Cada personaje del Belén nos lleva a mirar al niño» Andrés Merino, con un grupo de niños en El Chad Publicado: 26/12/2019: 16041 Entrevista al sacerdote diocesano Andrés Merino Mateo, nacido en 1971 en Málaga y ordenado en 1998. Define la Navidad La ternura de Dios envuelta en pañales que nos hace volvernos como niños y nos reviste cada año de caridad y alegría rompiendo la oscuridad con la luz tenue y firme que incendia el alma de amor. ¿Cómo podemos vivir la Navidad? Aprendiendo del Belén que en cada parroquia o casa se monta. Cada uno de los personajes nos llevan a mirar al Niño y contemplar con José, mirar con amor con María, abiertos a la sorpresa como los pastores de la anunciación, diligentes y prontos como los que llevan ofrendas al pesebre, siempre en búsqueda como los Magos, sonrientes y abiertos a la vida como Jesús. Invito a todos a estar un rato largo contemplando un Belén y orar… ¿Tu regalo de Reyes para la diócesis? Como son tres Reyes, tres regalos: La comunión de todos poniendo en juego todos los carismas para estar al servicio de la evangelización de nuestro pueblo. Más vocaciones a la vida sacerdotal, la vida religiosa y la vida laical comprometida. Y por último, nuestras parroquias llenas de niños, jóvenes y adultos que juntos vivan la fe y transformen al mundo viviendo con autenticidad el Evangelio. ¿Tendría Europa que abrir sus puertas a los inmigrantes? Europa no puede tener puertas. Si la puerta es Cristo como Él mismo nos dice, Él murió por todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, haciéndonos hermanos unos de otros. ¿Acaso le vas a cerrar tú las puertas a Cristo? Lo importante es que no seamos descafeinados y que creamos en lo que hemos conseguido gracias a nuestra herencia cristiana ofreciéndosela al que viene a nuestra casa. ¿Qué dirías a los católicos que critican a Francisco? Qué no tengan miedo a la voz del Espíritu que nos habla ayer y hoy a través de cada Papa a lo largo de la historia. ¿Estás orgulloso de la Diócesis de Málaga? Sí, especialmente de cada acción caritativa, celebración gozosa, de cada creyente que confía en ser vehículo de la presencia de Dios en nuestra Málaga y Melilla. ¿El peor pecado del clero? Ser cortijeros, es decir, creerse dueño de la casa que administra y manipular a su antojo la vida de fe de los creyentes. Los sacerdotes, como el obispo, podemos decir que somos como accidentes en la vida de las parroquias y de la Diócesis. Nuestra misión es ser portadores de una Buena Noticia de la que no somos dueños sino animadores, portadores. ¿Ha vuelto Dios? Dios nunca se ha ido, nos habita y su presencia amorosa invade nuestra existencia, nuestro tiempo, haciendo de nuestra historia parte de su Historia de Salvación. ¿Cuál crees que es tu gran aportación a la Diócesis de Málaga? La acción de Dios a través de mi entrega como sacerdote a través de la celebración de la Eucaristía, del anuncio de la Buena Noticia a los más jóvenes y niños, el acompañamiento a nuestro pueblo… y mi vocación de Misionero de la Esperanza. ¿Qué es lo más inteligente que se puede hacer en esta vida? Disfrutar del regalo de la vida pasando haciendo el bien. ¿Cuál es el mayor desafío al que se enfrenta nuestra Iglesia local hoy? El de anunciar a Cristo a las nuevas generaciones. ¿Cómo auguras el futuro inmediato de la diócesis de Málaga? Como un reto que no sé si estamos preparados para afrontar. Son muchos los frentes que se nos abren en una sociedad que se construye lejos de los valores y virtudes evangélicas. El todo vale que la sociedad predica cala también en nuestra vida creyente amenazándonos con diluirnos mediocremente impidiéndonos ser testigos creíbles del amor de Dios. ¿A vivir se aprende? ¿Y a ser sacerdote? Somos lanzados a la vida sin más aprendizaje que el acompañamiento familiar y social que nos educa, cada experiencia va forjándonos y ayudando a valorar, gozar y sufrir la vida que vamos gastando, “viviendo”. Y a ser sacerdote claro que también se aprende, desde nuestro bautismo vamos configurándonos con Cristo y para los que hemos sido llamado a ser sacerdote ministerial cuando te dejas modelar por la acción del Buen Pastor, Él te va enseñando a través de cada persona, cada acción pastoral que vives. Vitales son para el sacerdote los primeros años, ¡con cuánto cariño recuerdo mis primeros años de servicio sacerdotal en los pueblos de la Serranía! ¿Podrías ser feliz sin ser sacerdote? No, es el proyecto de vida que el Señor tiene para mí. Todos los días de mi vida sacerdotal han sido un regalo inmerecido que me hace plenamente feliz. No cambiaría ninguno de los días que he vivido como sacerdote por nada del mundo. ¿Crees que sabes vivir? Aprendo a vivir cada mañana al levantarme, son tantas las sorpresas que Dios me ofrece que sólo podré responder a esta pregunta cuando delante de Dios como dice San Juan de la Cruz “le presente mis manos cansadas de haber hecho presente el amor y las miradas de los que he amado”. ¿Es la eutanasia una salida inteligente a la vida? Acabar con la vida sea cual sea el motivo y el momento vital de la persona nunca es una salida inteligente. ¿Has sufrido alguna crisis vital? ¿En qué o en quién te apoyaste cuando la sufriste? Sí, las crisis son vitalmente necesarias para sentirte vivo y para purificar cada día tu sí al Señor y que nuestra vida no sea un escapismo. Siempre me he apoyado en María, Esperanza nuestra, mi báculo de pastor es el rosario y el regazo de María donde descanso y cargo las pilas para vivir con plenitud mi vida sacerdotal. ¿Ya sabes lo que es la vida? Como Sacerdote Misionero de la Esperanza he podido ver y tocar la vida en todas sus facetas gozosas y dolorosas. ¿Quién es Jesucristo para ti? El centro de mi vida, mi plenitud, mi hoy y mi mañana. ¿Quién dice la gente que eres tú? Habría que preguntárselo a los que me rodean… Aquí habría que poner un emoticono de sonrisa afable… Sí me gustaría que al final de mi vida pudieran decir que intenté como San Pablo aquello de ya no soy yo sino Cristo quien vive en mí. ¿Te gusta cómo vives? Podría decir que vivo como Dios me permite y quiere. Los avatares de la vida me han llevado a ser un sacerdote “inusual”, no vivo solo, tengo la suerte de compartir la vida con mi sobrina y un joven mies que cada día me retan a dar de lo mejor de mí y me hacen disfrutar con alegría inmensa cada día. ¿Los años dan sabiduría? Sí, si sabemos leer la historia que vamos escribiendo. La sociedad de hoy nos “adolescentiza” y nos hace creer que los años son una condena y no oportunidad de vida. ¿Adivinas o intuyes cuando alguien te va a engañar? Intento dejarme llevar por la ingenuidad. No podemos estar todo el día como si fuéramos un escáner andante. Nos llevaría a estar prejuzgando continuamente y eso me entristecería… ¿Escribiste alguna vez una carta de amor? He escrito muchas, y muchas que no llegaron a su destino. La mejor: los escrutinios ante el Obispo para poder ser Sacerdote. ¿Te gusta complicarte la vida? No hace falta, ya vivo una bendita complicación orquestada por el Señor. ¿Cómo te gustaría morir? Pues a lo largo de mi vida podría decir que he cambiado tres veces de “gusto”. Cuando era joven quería morir joven como Sta. Teresita del Niño Jesús, viviendo el camino de la infancia espiritual. Al comienzo de mi servicio como Responsable General Mies me acuerdo que le decía a mi compañero de servicio Josemari Galacho al subir al avión rumbo a Ecuador que podríamos morir mártires por el Evangelio. Cuando vino a mi vida mi sobrina como le sucederá a los padres de familia todo cambia, y ahora digo, Señor que tan sólo muera cuando ya esté forjando su vida autónomamente lo que venga después que sea muriendo con una sonrisa de haber amado intensamente. ¿Qué le dirías a quien se esté planteando si Dios lo llama para ser cura? Que se arriesgue, la vida es de los que se aventuran y saltan al vacío, que no hay mayor felicidad que responder con generosidad a Dios. ¿Podemos decir que hemos venido y estamos aquí para ser felices? Ese es el proyecto de Dios para la humanidad, bienaventurados, dichosos, felices… ¿A qué temes más a los dolores del cuerpo o a los dolores del alma? Sólo temo a lo que puede entristecerme o entristecer a los que me rodean. ¿Qué te preguntas? Cada día, ¿cuál es tu voluntad para mí Señor? ¿Hay alternativa al sistema de vida en el que estamos inmersos? Sí, creo profundamente en la utopía del Reino que ya está realizándose lo que tenemos es que aprender a mirar la vida con ojos de Dios. ¿Te has llevado muchas desilusiones en la vida? ¿Cómo estás envejeciendo? Pues sin esperarlo, ya pasado los cuarenta en mí interior hay un joven que sueña con la misión y aventurarme cada día en mil batallas de amor, pero ya mi cuerpo me dice que no soy un chaval. Pero bueno, Dios es eterno, y para Él no hay edad, y yo me siento habitado por su eternidad. ¿Cuál es la muerte más ridícula? La que busca vaciarse, dar la espalda a Dios. ¿Qué aporta el Evangelio a tu vida? ¿Los ídolos son de barro? Hoy no, hoy son de humo, mucho más difícil deshacerse de ellos. ¿El dios de esta sociedad es el dinero, el oro del becerro? Si engloba en ello la ambición, el deseo de poder, la envidia, la búsqueda del placer enajenador… sí. ¿Sabes estar solo? ¿Cómo es vivir solo cuando hay tanto que dar, amar, gastarse? ¿Tiene sentido seguir gritando verdades? Más que nunca, pero eso sí, envuelta en caridad. La verdad si no está revestida de amor y es para construir no es la verdad de Cristo. ¿Tendría Europa que abrir sus puertas a los inmigrantes? Europa no puede tener puertas. Si la puerta es Cristo como Él mismo nos dice, El murió por todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, haciéndonos hermanos unos de otros. ¿Acaso le vas a cerrar tú las puertas a Cristo? Lo importante es que no seamos descafeinados y que creamos en lo que hemos conseguidos gracias a nuestra herencia cristiana ofreciéndosela al que viene a nuestra casa. ¿Estamos perdiendo libertad? Sí, vivimos manipulados por unas ideologías baratas pero bien concertadas que nos están obligando a claudicar con contravalores enmascarados de libertad que nos están esclavizando. Bien saben nuestros políticos que la mejor forma de manipular, controlar, y hacer consumidores es borrar a Dios de la vida del hombre. Sólo en Dios está la auténtica libertad. Jesús sí que fue un hombre libre. ¿Y la presunción de inocencia? Sólo Dios puede juzgar, nosotros sólo podemos ofrecer un estilo de vida que entusiasma y nos lleva a una vida de gozo. ¿Cómo te ves con el paso del tiempo? ¿Has mejorado como los buenos vinos? Creo firmemente que soy fruto de las bodas de Caná. Soy agua convertida en el mejor vino pues es Cristo quien lo hace posible. Sigo de manos de María expectante a lo que el Señor me diga. ¿El sufrimiento nos hace mejores o nos hace mejores el placer y la felicidad? La vida conlleva cruz y resurrección, sufrimiento y felicidad. Todo ello nos hace mejores. ¿Qué es lo más complicado que vives como sacerdote? Hoy por hoy conciliar mi vida familiar con mi vida sacerdotal. Pero gracias al ejemplo y ayuda de mis hermanos de comunidad Mies todo se descomplica… ¿Dónde encuentras la felicidad? En las cosas sencillas de la vida, en la sonrisa, en la pintura, en el arte, en el canto, ahora especialmente en los villancicos, en los proyectos de los jóvenes, en una mesa llena de comensales, en la Eucaristía de cada día, en el rostro del que se confiesa y descubro el alivio del perdón… ¿Estamos asistiendo al final de una época? Estamos inmersos ya, lo difícil de asumir es la rapidez de hoy que nos envuelve y nos impide gestionar las experiencias… ¿Rezas para tener éxito? Rezo porque en ello está mi vida, porque es en la intimidad con el Señor donde descanso y tomo fuerzas, donde experimento y siento Su Presencia. Donde como un calcetín me vuelvo y me dejo remendar por las manos de ternura de quien sé que me ama hasta la locura. ¿Qué es para ti el tiempo? Un aliento de vida de Dios que nos permite gozar en tan poco de tanto. ¿Te preocupa cómo vive la gente? ¿Por qué? Claro que sí. Hoy veo mucha tristeza en la vida de los que me rodean, especialmente los jóvenes. Ellos a veces no se dan cuentan, pero en su vivir intrépidamente no son capaces de dejar espacio para el encuentro con el Señor, y sin él no somos nada. ¿Qué es lo más grave que está pasando en el mundo? Cómo los medios de comunicación orquestados por los tecnócratas económicos y políticos nos están manipulando. ¿De qué te arrepientes o tiene remordimientos? De todo lo que sin saber pueda haber hecho que haya entristecido a alguien. ¿Cuál es tu viaje favorito? Por gracia de Dios y su Madre he podido como Mies viajar mucho… ¿Un olor que recuerdes? El olor a pan y magdalenas de la panadería de mi abuelo en Melilla. El olor a dulce de mi padre a la vuelta de trabajar. El olor del perfume de mi madre… ¿Un perfume que se cautive? ¿Sabes que la sonrisa huele a jazmín? ¿y que la presencia de Dios huele a mar? ¿Tu flor favorita? El jazmín ¿La palabra más hermosa del diccionario? Alegría