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«En este Año Jubilar se nos invita a todos a renovarnos espiritualmente»

Publicado: 29/01/2018: 17141

Las Madres Mercedarias inauguraron el Año Jubilar con una Eucaristía presidida por el Obispo de Málaga, Jesús Catalá.

El 17 de enero de 1235 fue aprobada, por el papa Gregorio IX, la Orden de los Frailes de la Bienaventurada María de la Merced, instituida por san Pedro Nolasco, bajo la regla de san Agustín, para liberar a los cautivos.

Ochocientos años después, la Orden de la Merced celebra un Año Jubilar, concedido por el papa Francisco. El 25 de enero, a las 19.00 horas, las Madres Mercedarias de Málaga celebraron, en su Monasterio en calle Cruz del Molinillo, una Eucaristía de apertura del Año Jubilar Mercedario.

Según explica Madre María del Carmen, superiora de la comunidad, «fue una celebración muy solemne, presidida por el Sr. Obispo Jesús Catalá y concelebrada por el delegado para la Vida Consagrada, José Manuel Fernández; nuestros capellanes, los sacerdotes de la parroquia de San Antonio de Padua; y el párroco de San Dámaso, parroquia de nuestro barrio, D. José Ferrary».

En su homilía, D. Jesús Catalá «nos animó a que renovemos nuestra espiritualidad y sigamos ofreciendo la oración redentora contemplativa, pues sigue habiendo muchas situaciones que redimir», añade la superiora.

«En este Año Jubilar se nos invita a todos a renovarnos espiritualmente», afirmó D. Jesús Catalá, «Y de modo especial, a vosotras, queridas Hermanas Mercedarias, el Señor os pide una renovación del carisma recibido. Desde el Monasterio estáis llamadas a actualizar el carisma de la Orden Mercedaria, ayudando a redimir almas de los fieles», añadió.

Homilía del Obispo de Málaga completa aquí

En los próximos meses, las Madres Mercedarias organizarán diversos actos, de formación y oración, con los que dar a conocer la espiritualidad mercedaria a todos los fieles de la Diócesis de Málaga; y animar a que acudan al Monasterio a lucrar la indulgencia plenaria con motivo del Año Jubilar, concedida por el Papa a todos los templos de la Familiar Mercedaria, durante este año, para los fieles que celebren la confesión sacramental y la Eucaristía comunitaria y oren por las intenciones del Sumo Pontífice.

Indulgencia plenaria

Para celebrar dignamente este ochocientos aniversario, en cada uno de los templos de la Familia Mercedaria (Mercedarios, Mercedarios descalzos, monjas Mercedarias y monjas Mercedarias descalzas y del Instituto de Religiosas de la Orden de la Merced), en España, Perú, Chile, Argentina, Italia, Ecuador, México, Brasil, Venezuela, Guatemala, Panamá, El Salvador, Mozambique, Puerto Rico, República Dominicana, Camerún, Bolivia, Angola, Estados Unidos de América, India, Colombia, Honduras, Cuba, Costa Rica y Kenia, se tendrán solemnes ritos e iniciativas religiosas, a realizar desde el 17 de enero de 2018 hasta el 17 de enero de 2019.

La Penitenciaria Apostólica, por mandato del papa Francisco, concede benignamente el Año Jubilar con la Indulgencia Plenaria asociada, bajo las acostumbradas condiciones (confesión sacramental, Eucaristía comunitaria y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) a los fieles cristianos verdaderamente penitentes y a los entregados con verdadera caridad a la redención de los cautivos modernos, para ganarla una vez al día, la que también puedan aplicar a las almas de los fieles retenidos en el Purgatorio a modo de sufragio cuantas veces:
a.- asistieren devotamente a solemnes celebraciones jubilares;
b.- llegaren en forma de peregrinación a las iglesias y capillas de la Familia Mercedaria y allí ante el Santísimo Sacramento se dedicaren por el oportuno espacio de tiempo a consideraciones piadosas, que han de concluir con el Padre Nuestro, el Símbolo de la Fe, la Oración Jubilar y las invocaciones de la Bienaventurada Virgen María de la Merced y de San Pedro Nolasco.

Los miembros de la Familia Mercedaria que, por enfermedad u otras causas graves estén impedidos para asistir a las celebraciones jubilares, en el lugar donde los retiene el impedimento podrán lucrar la Indulgencia plenaria, con el arrepentimiento de cualquier pecado y la intención de realizar, cuanto antes puedan, las tres acostumbradas condiciones si se uniesen espiritualmente a los ritos sagrados con sus oraciones y sufrimientos o las incomodidades de la propia vida ofrecidas a Dios misericordioso por medio de María.


 

Encarni Llamas Fortes

Encarni Llamas Fortes es madre de tres hijos. Periodista que desarrolla su labor profesional en la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga. Bachiller en Ciencias Religiosas por el ISCR San Pablo.

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