¿Cómo le cambió la vida el Camino Neocatecumenal?

Yo era médico pediatra, tenía mucho trabajo, muy poco tiempo. Mi mujer asistió sola a las catequesis del Camino y me preguntó: “¿Tú tienes fe?”. Yo había estudiado en un colegio religioso y había sido de Adoración Nocturna, de Acción Católica, de Cursillos, etc. ¿Cómo no iba a tener fe? Pobre de mí, yo le llamaba fe a una serie de conocimientos bastante elaborados que pasaban por esforzarme para ser bueno. Aquella predicación me abrió los ojos a la gratuidad del amor de Dios y a su actuación a lo largo de mi historia. Hoy puedo garantizarte que tengo experiencias concretas de cómo Jesucristo ha actuado en mi vida.

En este número publicamos el inicio de esas mismas catequesis que usted recibió. ¿En qué consisten?

El Camino es un camino para tener fe, una fe adulta. Nosotros somos portadores de lo que el Señor quiere decirle a la persona que acude. No le vamos a dar ninguna doctrina, ni a catequizar en determinada forma. Nosotros vamos a anunciar a Jesucristo que es el que puede solucionar su vida. Y nunca nos presentamos como magníficos sino como gente que tiene experiencia de que lo que nos prometió un día un catequista es verdad, porque eso se ha realizado en nosotros. ¿Tienes problemas? Ven. ¿Estás agobiado? Ven.

¿Cuál es la misión del Camino Neocatecumenal?

Es una respuesta de la Iglesia que hizo una promesa y la cumple. En el bautismo nos preguntaron: “¿Qué pides?” y contestamos: “La fe”. “¿Y qué te da la fe?”, nos dicen. Y contestamos: “La vida eterna”. Pero eso tiene que tener un desarrollo; porque, si no, se convierte en una serie de ideas a las que te adhieres y por las que te dices cristiano. La Iglesia, fiel a la promesa, ha suscitado en nosotros el Camino Neocatecumenal para, creciendo en la estatura de la fe, llegar a tener fe. El Camino no es exclusivo, eso sería encerrar en una cajita pequeña al Espíritu Santo que suscita en cada momento de la historia y en cada grupo un camino de salvación. A unos a través de este camino y a otros de otra forma. Solo hay un camino, que es Jesucristo. Él es la Puerta, Él es el Camino, la Verdad y la Vida. ¿Cómo convierte a san Pablo? Pues en un acto concreto de ver la luz y no le hizo un cursillo, ni escrutinios ni nada, le dio la vida en un momento dado. ¿Por qué? Porque eligió ese método para san Pablo y para mí ha elegido 38 años en el Camino Neocatecumenal.

¿Cuáles son los frutos del Camino Neocatecumenal en Melilla?

Actualmente hay 7 comunidades en la parroquia de San Francisco Javier con unos 150 componentes en total. Hay que destacar que, aparte de la primera comunidad que somos ya muy mayores, la mayoría son jóvenes de menos de 30 años. Estamos contentísimos con nuestra misión al servicio del Evangelio.