NoticiaOpinión La caída de los falsos dioses Publicado: 20/10/2010: 1563 Una de las impresiones más profundas que he vivido fue la caída del muro de Berlín. Jamás había sentido una angustia más profunda y una sensación de asfixia más dolorosa que durante una visita a Berlín oriental. Por eso, la noche que escuché en la radio que acababa de caer el muro de Berlín di un salto. Conocí el comunismo real en Yugoslavia y en Berlín durante mis años jóvenes. Era una maquinaria deshumanizadora que parecía imparable. De ahí mi sensación de alivio al ver que se detenía con la caída del muro. Es el destino de los poderes opresores y de los falsos dioses. Como ha dicho Benedicto XVI a los Obispos de Oriente, “Cristo, el único Hijo de Dios, debe nacer para el mundo con la caída de los dioses, con el dolor y el martirio de los testigos. Pensemos (…) en los capitales anónimos (…) que ya no son cosa del hombre, sino un poder anónimo (…) por el que los hombres son atormentados e incluso asesinados. Un poder destructivo, que amenaza al mundo. Y después, el poder de las ideologías terroristas. Aparentemente en nombre de Dios (…) son divinidades falsas que deben ser desenmascaradas (…). Y la droga, este poder que, como una bestia voraz, extiende las manos sobre todos los lugares de la tierra y destruye (…) Y la forma de vivir propagada por la opinión pública: el matrimonio ya no cuenta, la castidad ya no es una virtud (…)”. “De esta lucha en la que estamos, de esta pérdida de poder de los dioses, de esta caída de los falsos dioses, que caen porque no son divinidades, sino poderes que destruyen el mundo, habla el Apocalipsis en el capítulo 12”. Son palabras que muchos juzgarán utópicas, como también parecía un sueño imposible la caída del muro de Berlín. Autor: Revista