NoticiaColaboración La música en la iglesia de las Madres Mercedarias Monasterio de las Mercedarias · Autor: S. FENOSA Publicado: 26/05/2015: 14279 El motivo de este escrito no es otro que el de agradecer la labor de las Madres Mercedarias del Monasterio de la Cruz del Molinillo a favor de la cultura. El papa Francisco no deja de evocar la necesidad de abrir los monasterios y conventos vacíos a los ciudadanos y, ellas, con su generosidad, han decidido hacerlo para acercar la música de una manera totalmente altruista. Colaboran con el museo Jorge Rando, que se encuentra anexo al Monasterio, en esta iniciativa que bajo el título ‘Hora de Mercado, Hora de Música’ pretende revitalizar la cultura del barrio y que se convierta en una cita que invite a comprar en los comercios de la zona. No son nuevos los conciertos en lugares religiosos, en Viena es común en su Catedral o en las iglesias, ahora lo tenemos en el corazón mismo del Molinillo y de una manera totalmente gratuita. Muchas veces las personas se preguntan qué labores realizan las religiosas de clausura y nuestras Madres Mercedarias no solo cuidan de nosotros a través de la oración, sino que también abren las puertas de su iglesia, además de para el oficio religioso, para una serie de conciertos que durante cuarenta minutos nos presentan cuartetos de cuerda, de metal, conciertos de órgano, de coros... Yo quería hacer este escrito de agradecimiento porque además son muchas las personas del barrio a las que este evento les ha supuesto un regalo semanal al que acudir y con el que disfrutar. Personas, que por motivos de salud o económicos, no podrían acceder a ello de otra manera. En esta sociedad de ruido y agitación, la iglesia es un lugar donde encontrar el silencio y la oración que nos pide la fe, pero también la música y el canto contribuyen a elevar nuestro espíritu y convertir la Casa de Dios en un lugar de acogimiento para los fieles. La fe cristiana siempre ha promovido la cultura y ahora tenemos la suerte de que se haga lo mismo en el barrio del Molinilllo. Es bonito ser testigo de cómo cada sábado jóvenes y mayores, familias y extranjeros han encontrado entre el bullicio de una ciudad turística como Málaga el sosiego y la paz que nos ofrece la preciosa iglesia de nuestras Madres Mercedarias. Rosa María Sánchez, visitante del Museo Jorge Rando