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Confirmaciones en la parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. (Gibralgalia)

Publicado: 07/10/2022: 40

Homilía de Mons. Jesús Catalá durante la Eucaristía con motivo de las confirmaciones en la parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. de Gibralgalia.

CONFIRMACIONES EN LA PARROQUIA DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA

(Gibralgalia, 7 octubre 2022).

Lecturas: Gal 3, 7-14; Sal 110, 1-6; Lc 11, 15-26.

1.- Hijos de la fe en Cristo Jesús

Según la carta de san Pablo a los Gálatas somos hijos de la fe por ser descendientes de Abrahán (cf. Gal 3, 7), puesto que en él fueron bendecidas todas las naciones de la tierra (cf. Gal 3, 8). Abrahan es el padre en la fe de todos los creyentes. 

Somos justificados y salvados gracias a la fe en Cristo Jesús; no lo somos por las obras de la ley, porque nadie es buen cumplidor de la ley. ¿Quién de nosotros cumple la ley “a rajatabla”? ¿Quién cumple todos los mandamientos? Somos salvados por la fe y no por el cumplimiento de la ley.

Damos gracias a Dios por ser sus hijos en Jesucristo, quien «nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros maldición, porque está escrito: Maldito todo el que cuelga de un madero» (Gal 3, 13). 

En el bautismo recibimos el don del Espíritu Santo y la gracia de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

2.- El sacramento de la confirmación 

El sacramento de la confirmación es la plenitud de la gracia bautismal, que recibiréis los candidatos. Os robustecerá en la fe, la esperanza y el amor; y “confirmará” en vosotros y dará plenitud a la unción bautismal (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1242). No se trata de la confirmación personal de la fe, sino que el sacramento “confirma” y corrobora la gracia recibida en el bautismo.

Celebramos hoy aquí las confirmaciones para dar gracias a Dios, recordando que hace cien años hubo las primeras confirmaciones en la Sierra de Gibralgalia, preparadas con la predicación del beato Tiburcio Arnáiz y presididas por el obispo san Manuel González. 

Las confirmaciones de hoy han sido preparadas esta vez por las hijas del P. Arnáiz, las Misioneras de las Doctrinas Rurales; y el actual obispo de Málaga preside esta celebración. Esperamos gozar todos en el cielo de la compañía de los santos, que nos han precedido.

3.- El Señor recuerda siempre su alianza 

Dios ha querido hacer una alianza de amor con los hombres; y ha enviado a su Hijo Jesucristo para vencer el pecado y la muerte. Se trata de una alianza en la que Dios se compromete y actúa siempre en favor del ser humano. Somos capaces de amar, porque antes hemos sido amados. 

Con el Salmo damos gracias al Señor de todo corazón, porque son grandes y maravillosas sus obras (cf. Sal 110, 1-2). El Señor es piadoso y clemente (cf. Sal 110, 4), que perdona nuestras culpas y pecados, recordando siempre su alianza (cf. Sal 110, 5). 

Y Él nos invita a corresponder a su amor, a ser fieles a su alianza, a mantener el compromiso bautismal de ser hijos suyos. 

El sacramento de la Confirmación os fortalecerá, para renovar y vivir la alianza de amor con Dios y para dar testimonio ante los hombres. ¿Estáis dispuestos a renovar vuestro amor hacia Él?

4.- El poder de hacer milagros

Algunos judíos, al ver los milagros que Jesús hacía, consideraban que sus milagros los hacía «por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios» (Lc 11, 15). Y otros, «para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo» (Lc 11, 16). 

Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa» (Lc 11, 17). No es posible echar los demonios con el poder del mismo diablo, porque supondría su propia destrucción. No pueden ir juntos el amor y el odio, el diablo y Dios. 

5.- El reino de Dios ha llegado

Jesús hacía los milagros con el poder de Dios: «Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros» (Lc 11, 20). 

El reino de Dios es un reino de amor, de paz, de perdón, de justicia salvación, de comunión, de libertad, de vida. Somos ciudadanos de este reino por el bautismo y nos corresponde vivir según ese estilo. 

Nuestra sociedad tiene otros valores y actúa desde otros principios, donde reina el odio, la disensión, las guerras, la manipulación, la esclavitud, la destrucción.

Queridos confirmandos, ¿queréis vivir según el reino de Dios? ¿Queréis ser ciudadanos del reino de Dios? 

Hoy celebra la Iglesia la fiesta Virgen del Rosario, a quien acudimos filialmente. El rezo del Rosario, tan recomendado por los pastores de la Iglesia, nos ayuda a meditar los misterios de la vida del Señor y a configurarnos con sus mismos sentimientos y actitudes. 

¡Que la Virgen María nos ayude a vivir la fe que recibimos en el bautismo y nos acompañe en el testimonio del Evangelio en la vida diaria! Solemos pedir a la Virgen que no nos deje, ni nos suelte de su mano; pero, en realidad, somos nosotros los que nos soltamos y nos alejamos. Pidámosle que no nos soltemos. Amén.

 

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