El sábado 27 de mayo, a las 21.00 horas, un Adoremus en la Catedral; y el domingo 28, Pentecostés, la celebración de la Eucaristía, también en la Catedral, a las 11.30 horas, presidida por el Sr. Obispo. Los cantos los animó el grupo antequerano Shalahim, coordinador de la Comisión de Música Católica de Málaga. Al terminar la celebración litúrgica, la Delegación de Apostolado Seglar hizo un signo de envío. El Sr. Obispo bendijo un lebrillo lleno de agua procedente de varias fuentes de diversos puntos de la diócesis, como digno de sinodalidad: Archidona, Coín, Cañete la Real, Villanueva del Trabuco, Málaga, Alcaucín y Antequera. Los laicos iban volcando el agua y, tras la bendición del Sr. Obispo, iban repartiéndola de nuevo entre los presentes para que cada uno se hiciese la señal de la cruz. Tras el acto, realizado en el Patio de los Naranjos, D. Jesús Catalá invitó a todos a que, «con la fuerza del Espíritu, salid a las calles a llevar el Evangelio». 

Así explicaban, el consiliario y el delegado de Apostolado Seglar, Emilio López Navas y José Carlos Pérez, ante los micrófonos de COPE Málaga, en el programa Iglesia Noticia, lo que celebramos en Pentecostés:

«Animo a todos los laicos a que participen en los actos con motivo de Pentecostés como signo sinodal importante de Iglesia Diocesana Malagueña, asimismo animo la participación en las celebraciones que se realicen en las distintas parroquias. Es la fiesta con mayúscula del laicado», afirmaba José Carlos Pérez, delegado de Apostolado Seglar, días antes de la celebración.

«Vivimos en la sociedad de la inmediatez, los acontecimientos parecen sucederse a velocidad vertiginosa. Y, aunque los fieles laicos estamos inmersos en ella, de vez en cuando debemos detener nuestras prisas, regresar a nosotros mismos, a lo que somos, necesitamos ser capaces de elegir lo que verdaderamente merece la pena, y hacer experiencia en vida de ese Espíritu que Jesús nos da y que, como San Juan nos dice en su Evangelio “mora con nosotros y está en nosotros”. Alguien cree, que un Padre, no va a dar a sus hijos, lo mejor que tiene». Este es el mensaje que el delegado de Apostolado Seglar y el consiliario, Emilio López Navas, hacen extensible a todos los laicos de la diócesis en esta fiesta cuyo lema es “Juntos anunciamos lo que vivimos”.

«En un primer momento, puede parecer un mensaje sinodal más, “juntos anunciamos”, pero si nos paramos a pensar un poco, puede ser un mensaje revolucionario y trascendente: unir en un mismo acto el primer anuncio de la Buena noticia de Jesús resucitado desde las distintas vocaciones de la Iglesia, sacerdotes, laicos y religiosos, todos unidos; y es que todos vivimos la misma fe en Cristo resucitado aunque sea desde realidades y responsabilidades distintas», afirman delegado y consiliario, pues «se trata de recordar que nadie da lo que no tiene; es necesario, fundamental, partir de la experiencia, de lo que vivimos, para poder realizar ese primer anuncio», subraya Emilio López.

Es la primera fiesta de Pentecostés para José Carlos y Emilio como responsables de la Delegación de Apostolado Seglar y son varios los retos que tienen en marcha: «Uno muy importante y muy cercano en el tiempo, el próximo Encuentro Diocesano de Apostolado Seglar que, bajo el lema “Primer Anuncio, Qué, Cómo, Cuándo, Dónde, un gran regalo”, se celebrará el próximo día 10 de junio, en la Casa Diocesana de Espiritualidad. Pretendemos que sea un lugar de encuentro, nunca mejor dicho, de todos los movimientos y asociaciones de la diócesis, y en especial de aquellas que tienen el Primer Anuncio, como una de sus prioridades. Estamos trabajando para que los frutos del mismo sean útiles, abundantes y enriquecedores para todos», explican.

Otros retos a medio y largo plazo se recogen en la lista de tareas de la Delegación como «estar lo más cerca posible de todos los movimientos y asociaciones, para conocer su labor evangelizadora y apoyarlos en todo lo que sea posible. Además, queremos hacer posible la presencia de la Delegación en otros lugares de la diócesis, pues no debemos olvidar que abarca toda la provincia de Málaga y la Ciudad Autónoma de Melilla, donde hay una gran cantidad de laicos comprometidos que deben sentirse apoyados por su Iglesia Diocesana», concluyen. 

Pentecostés es la fiesta del Espíritu Santo, ¿sigue siendo el gran desconocido? «No sabría responderte si el Espíritu Santo es el gran desconocido, lo que si te puedo decir es que es el gran olvidado», afirma el delegado de Apostolado Seglar. «La mayoría de nosotros, recordamos a Dios Padre, al mismo Jesús en nuestras oraciones, pero creo que en pocas ocasiones invocamos la acción del Espíritu Santo. Aunque sabemos que está ahí, y en no pocas ocasiones notamos su presencia. Es una cosa curiosa. Deberíamos preguntarnos más a menudo, si nuestra fuerza no consiste en seguridades humanas o si es la fuerza y la intervención del Espíritu».

Pentecostés es también el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar y es que «el laicado organizado en los movimientos y asociaciones de Apostolado Seglar, y en ellos también los movimientos de la Acción Católica, estamos llamados a crecer en ser servidores y animadores de la labor evangelizadora de la Iglesia, y en colaborar con los que lo necesiten», señala el delegado.  

Emilio López señala, por su parte, que «Pentecostés es una fiesta que nos recuerda que esto de anunciar a Jesús, no es solo para sacerdotes y religiosos, sino que es para todos los que creemos en Él. De ahí que la Iglesia se diga a sí misma que el día de su comienzo, el día en el que empezó a salir ha de servir de motivación para que todos nos situemos en nuestro puesto y comprendamos cuál es nuestra tarea. Además, la venida del Espíritu Santo, nos renueva y ayuda en esta misión».