Daniel Romero, profesor de Secundaria y Bachillerato, fue quien animó, el año pasado, a sus alumnos a participar en la VII edición del Festival de Clipmetrajes de Manos Unidas. La clase del Taller Audiovisual del Divino Pastor de Málaga ganó, con su vídeo de un minuto “Cambiemos el mundo”, el premio al mejor clipmetraje de la Categoría Escuelas denunciando desde su entorno más próximo, el patio de su colegio, la gran cantidad de alimentos en buen estado que tiramos a la basura. Visibilizando esta situación, sensibilizando y proponiendo un cambio de actitud tanto en su vida como en la vida de sus compañeros se han convertido, casi un año después, en una #StoryofChange y un ejemplo a seguir.

ENVÍA TU CLIPMETRAJE CONTRA EL HAMBRE

Graba un vídeo de 1 minuto sobre cómo nuestra de alimentarnos acaba con los recursos y provoca hambre. Tú, profesor, alumno o alumna, puedes seguir los pàsos del profesor Daniel y su clase: envía tu vídeo de un minuto para cambiar el mundo y participa en la VIII edición del Festival de Clipmetrajes de Manos Unidas.

¡DEVORAMOS EL PLANETA!

Ya están llegando a Manos Unidas los Clipmetrajes para los que se ha elegido como tema "lDevoramos el planeta!". En la web de Manos Unidas se explica la elección del tema con los siguientes argumentos:

Producimos mucha más comida de la que necesitamos para alimentar a toda la población mundial, pero 800 millones de personas pasan hambre. Los avances tecnológicos nos han permitido en los últimos decenios, multiplicar por tres la capacidad de producción de alimentos.A pesar de todas sus ventajas en cuanto a cantidad, el sistema de producción masiva de alimentos, genera tres grandes problemas:

La sostenibilidad: Al producir alimentos con un modelo altamente insostenible, se generan grandes impactos ambientales y sobre los recursos naturales.

Los alimentos “mercancía”: El sistema está orientado a los beneficios económicos, no a garantizar el Derecho a la Alimentación.

El desperdicio de alimentos: Millones de toneladas de alimentos acaban en la basura anualmente a lo largo de toda la cadena alimentaria.

Debemos denunciar que nuestro sistema global de producción de alimentos está devorando el planeta. Para la producción masiva de alimentos se están utilizando: Gran cantidad de tierras, a menudo a costa de selvas y bosques; mucha agua, un recurso finito esencial para la vida; y combustibles fósiles, un recurso que contamina la atmósfera.

El hambre en el mundo

La producción de alimentos está pensada para un mercado global en el que muchas personas, incapaces de adquirirlos, quedan al margen del sistema, condenadas a sufrir hambre.Este punto constituye la paradoja del hambre: gigantesca producción agropecuaria y millones de hambrientos y subalimentados. Estamos ante un problema ético, de justicia.1 de cada 9 personas en el mundo pasa hambre.

¿Qué podemos hacer? Aunque muchos de los aspectos que tienen que ver con la producción de alimentos están fuera de nuestro alcance, otros, en cambio, son más cercanos a nuestro día a día como consumidores: comprar productos sostenibles o cocinar lo justo y comprar con cabeza. 

Debemos desarrollar un modelo de producción y de consumo para facilitar el acceso a los alimentos a todos los habitantes del planeta y que permita usar los recursos naturales de forma responsable y sostenible.