El jueves 6 de octubre, el huracán Matthew arrasó gran parte de la isla de Haití, sumiendo en el caos a un pueblo que intenta todavía recuperarse de las consecuencias del terremoto de 2010. El paso del huracán ha dejado al menos 800 muertos, y más de un millón de habitantes necesitan ayuda humanitaria de emergencia. Manos Unidas, que trabaja en Haití desde hace casi cuarenta años, ha puesto en marcha un plan de ayuda de emergencia. Para ello, se ha puesto en contacto con sus socios locales en el país caribeño, para estudiar y decidir la forma de colaborar.

Después de valorar los diferentes aspecto del desastre, Manos Unidas va a dirigir su ayuda a un área de la zona sudeste del país, que se ha visto gravemente afectada; en concreto, cinco comunas de la Diócesis de Jacmel: Cotes de Fer, Bainet, Jacmel, Marigot y Lavallée. Estas comunidades que ya eran muy vulnerables antes del ciclón por vivir solo de sus cosechas y carecer de servicios básicos de salud, educación o acceso al agua potable, han visto ahora agravada su situación.

Desde el punto de vista sanitario, ya se han detectado más de 500 casos de cólera, cifra que va en aumento debido a que los problemas de salubridad, escasez de alimentos, falta de higiene, centros de salud que han quedado destruidos, etc., suponen que la población haya quedado totalmente desamparada.

A los pocos días del paso del huracán Matthew, Manos Unidas envió a Haití la primera partida de ayuda de emergencia, consistente en el envío de kits de material médico de urgencia para atender tanto a los afectados por el huracán, que acuden al hospital St. Damien, localizado en el municipio de Tabarre (Puerto Príncipe), como a las comunidades damnificadas en otras zonas del país.

En estos últimos días, Manos Unidas ha aprobado un nuevo proyecto de emergencia que beneficiará a unas 2400 personas y tiene tres objetivos:
1) Rehabilitar las viviendas de 140 familias.
2) Reparar 14 kilómetros de caminos rurales para la comunicación entre las comunidades y la llegada de ayuda.
3) Evitar la propagación de epidemias como el cólera, a través de la difusión de prácticas preventivas en el área rural.

Desde Manos Unidas Málaga, intentamos sensibilizar a la población malagueña de la necesidad de ayuda que tienen en estos momentos nuestros hermanos de Haití. Manos Unidas está ahora en Haití, igual que estuvimos en el pasado y estaremos en el futuro; nos quedaremos allí mientras nos necesiten.