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Confirmaciones (Catedral-Málaga)

Tabernáculo de la Capilla Mayor de la Catedral de Málaga//ArtiSplendore
Publicado: 12/11/2021: 875

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, durante la Eucaristía celebrada el 12 de noviembre en la Catedral de Málaga en la que se confirmó un grupo de fieles

CONFIRMACIONES

(Catedral-Málaga, 12 noviembre 2021)

Lecturas: Sab 13, 1-9; Sal 18; Lc 17, 26-37.

1.- El libro de la Sabiduría nos ha presentado algo, de lo que mucha gente no se da cuenta. Nosotros a través de una obra podemos descubrir al autor: una obra musical, una obra pictórica, una escultura, una obra literaria. A través de esa obra se descubre quien es el autor.

El libro de la Sabiduría recuerda que el Creador puede ser conocido a través de las cosas creadas: la naturaleza, las personas. Pero muchos no son capaces de descubrir quién es el autor, el Creador. A esas personas el escritor sagrado los denomina vacíos, necios, tontos.

Son necios los que no saben descubrir a través de las maravillas de las obras creadas en la naturaleza, quién las ha creado. Los ha creado Dios- Padre Creador. 

A través de la naturaleza podemos descubrir cómo es de bello quien hace tanta belleza, cómo es de bueno quien hace tanta bondad. Y así otras características.

2.- A quienes vais a recibir el sacramento de la confirmación se os van a regalar los dones del Espíritu. Con ello podréis afinar la mirada, sobre todo, la mirada del corazón; descubrir cada día quién es ese Creador tan potente, tan omnipotente, tan sabio, tan poderoso. Capaz de crear algo que no llegamos a entender.

El hombre cuando hace un descubrimiento no crea nada, no inventa nada. Los inventos son descubrimientos, no son creaciones. El hombre con su inteligencia va descubriendo los secretos que ya está creados. Cuando con un microscopio es capaz de individuar una célula pequeñísima o descubrir un virus, como el del coronavirus, eso está ya en la naturaleza y el hombre lo encuentra, lo descubre y lo saca a la luz.

3.- A lo largo de la historia mucha gente que ha adorado obras creadas; algunos han adorado al sol, otros a la luna, otros al viento, otros al agua, como nos ha dicho el texto de Sabiduría. Todos ellos se han quedado en lo externo, sin penetrar en la verdad de las cosas. 

Los dones que hoy os regala el Espíritu Santo son para que podáis penetrar y descubrir la verdad: ¿Quién nos ha creado y para qué nos ha creado? Para compartir su vida. ¿Qué ha hecho Jesucristo por nosotros? Darnos su vida para divinizarnos. Nos ha entregado su vida para que compartiéramos la suya, se ha hecho hombre para elevarnos y vivir después en el cielo. 

Esa sería una buena sabiduría; no solo la ciencia. La ciencia la puede descubrir el hombre con su inteligencia, pero hay cosas que tan solo se pueden conocer con la sabiduría de Dios que ilumina la inteligencia del hombre.

Hoy vais a salir de la Catedral más enriquecidos; vais a salir más sabidos, porque el Espíritu os va a regalar sabiduría. La sabiduría está por encima de la ciencia y de las cosas que uno puede conocer con su inteligencia. La fe es un saber complementario a la ciencia.

Vamos a pedirle al Señor que os llene de su sabiduría, de su Espíritu y sus dones, para que sepáis descubrir la verdad de las cosas; que sepáis descubrir quién es nuestro Padre; quién es el Creador. El Padre se descubre a través del Hijo, que nos ha revelado.

4.- El evangelio de Lucas tiene un tono apocalíptico en los últimos domingos cercanos al final del año litúrgico. Estamos en la semana XXXII, a las puertas de la semana XXX, la última es la XXXIV. Y en estas últimas semanas del Tiempo Ordinario la liturgia empieza a enseñarnos textos apocalípticos de lo que sucederá a final de los tiempos.

Nos hemos de preparar ya, ahora, para lo que sucederá a final de los tiempos, no con películas o con historias que nos marean la imaginación, sino lo que sucederá de verdad.

Estamos llamados a vivir eternamente con Dios, porque hemos sido salvados del pecado y de la muerte eterna. Cristo nos ha salvado de la muerte, nos ha hecho inmortales, vamos a vivir largamente después de esta vida. Eso es una alegría saberlo. Hay gente que se suicida, se deprime porque cree que en este mundo termina todo. Es más sabio quien entiende que la vida sigue después de la muerte temporal, está más allá de la muerte. Y eso se lo agradecemos al Señor.

5.- Al final del texto que hemos escuchado, el Señor nos dice que aquellos que quieran guardar su vida, retenerla, no darla, esos la perderán. Y quienes sean capaces de entregarla por amor, esos la conservarán hasta la eternidad (cf. Lc 17, 33).

 ¿Qué preferís, queridos confirmandos, compartir vuestra vida, darla como hizo Jesús, entregarla al Señor, hacer acciones de amor por los demás, porque entregándola y dándola es como el Señor nos la devuelve después? ¿Preferís retener la vida o preferís darla para recuperarla después en el Señor?

La confirmación, los dones del Espíritu, la gracia, el don que se os va a regalar, os dará fuerzas para ser testigos del Señor, para dar la vida por Jesús. No temamos dar la vida, porque Él la dio y resucitó. Nosotros si la damos con Él y si morimos con Él, recuperaremos la vida en Él resucitados.

Todas estas maravillas son las que celebramos hoy con el sacramento de la confirmación y con lo que las lecturas nos han ofrecido.

Pedimos al Señor Jesús que nos envíe su Espíritu, que penetre vuestro corazón, que ilumine vuestra inteligencia. Que os haga sabios para saber comportarse como hijos de Dios, no que nos mantengamos necios, tontos sin descubrir cuál es la verdad de la vida.

Que Santa María de la Victoria nos acompañe en este camino de descubrimiento cada día más de quién es Dios. El Dios Trino que se manifiesta en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo. Que así sea.

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