El grupo dedicó un tiempo a trabajar las diferentes partes de un mural, un camino que representa nuestra vida, en el que nos acompaña Jesús y que termina en el amor de Dios, representado por la cruz.

Al terminar de montarse el mural, cada niño puso una huella con su nombre en el camino, también lo hicieron las madres que participaron en la actividad. A continuación besaron la cruz e hicieron entrega a todos los niños de una pequeña cruz con el lema de la celebración. El párroco de Cortes de la Frontera dedicó unas palabras a los niños y juntos rezaron un Padrenuestro y un Ave María.