Este movimiento de la Iglesia está presente en la Diócesis en el Colegio Sagrada Familia El Monte FESD, una Comunidad de Religiosas en el Barrio de Las Flores y dos grupos de Asociados Laicos, uno en Coín, y el otro en Málaga capital.

La Sagrada Familia de Burdeos fue fundada por Pedro Bienvenido Noailles y está formada por Hermanas Apostólicas, Hermanas Contemplativas, Seculares, Sacerdotes Asociados y Laicos Asociados.

Un solo corazón y una sola alma

Según explica Manuel Plaza, presidente nacional de los Asociados Laicos, «el carisma que recibió el fundador y que cada uno de nosotros tratamos de hacer vida en cada momento, está recogido en nuestros Estatutos de Laicos, en los que se dice que “la Asociación tiene como finalidad extender y fortalecer la fe en todos los ambientes, renovar el testimonio de los primeros cristianos que no tenían más que un solo corazón y una sola alma. La Sagrada Familia de Nazaret, dulce imagen de la Trinidad, es fuente de inspiración”».

“Ser y hacer familia” es la vocación específica de este movimiento eclesial, «en todos los ámbitos donde estamos presentes a diario: en nuestras familias, en nuestro lugar de trabajo, en las relaciones de amistad y en nuestra vida de fe y apostolado», añade Manuel Plaza. Esto se concreta, en la Diócesis de Málaga, en el compromiso de sus miembros en la pastoral de infancia en la parroquia de La Victoria, el catecumenado con adultos, la pastoral de la salud, los cursos de preparación para el matrimonio y la vida familiar; y la asistencia jurídica a internos en el centro penitenciario, entre otros servicios pastorales. «También algunos de nosotros estamos implicados en la pastoral del Colegio Sagrada Familia El Monte FESD, organizando y animando los Grupos SAFA, que forman parte de este centro educativo», añade el presidente.

La pastoral educativa es uno de los puntos fuertes de la labor de este movimiento y es que «los centros educativos Sagrada Familia se han ido adaptando en cada momento a las necesidades que la sociedad y sus alumnos demandaban. Lo que ha sido y sigue siendo una constante en ellos son los valores de cercanía, cariño y familia que son característicos de esta Institución. Además, siempre se ha cuidado, con una exquisita delicadeza, la formación religiosa y pastoral, así como un especial interés por la atención a la diversidad, elemento fundamental en el carisma Sagrada Familia. El concebir al alumno como el protagonista principal de su aprendizaje ha hecho que en los centros se viva una gran unión entre el colegio y las familias, siendo este un elemento que ha dado grandes frutos, consiguiendo excelentes personas, a nivel humano y cristiano, y a la vez muy bien formadas académicamente para seguir sus estudios en el futuro», concluye.